Lectura de
Illuminatus semana 42
Por Mazzu
Trilogía
Illuminatus
(Desde la página 463 a la 473)
Los
discordianos se reúnen a festejar en el Schlosskeller de Ingolstadt haciendo la
previa del festival, y allí Hagbard y Mavis anuncian su boda; las bandas de
rock comienzan a tocar y los AMA se aprestan para inmanentizar el Eskatón...
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Desde
el comienzo del fragmento de esta semana, los autores nos regalan un mejunje
intrincado – y muy gracioso – de teorías locas de los Mitos de Illuminatus y la Operación Jodementes. Primero, Malaclypse
el Viejo diciéndole a Joe Malik que ser ‘peludo’ era sinónimo de ser
anti-Illuminati, ya que Gruad, el primer Illuminatus, había sido lampiño.
“El
cabello es lo más importante en esta sociedad (...) las personas que trabajan
en contra de los Illuminati parecen ser propensas a tener más vello. Estos factores
han dado nacimiento a las leyendas sobre los hombres lobos, vampiros,
hombres-bestias de todo tipo, el abominable hombre de las nieves y los demonios
peludos. Observa el éxito general que ha logrado la campaña de propaganda Illuminati
en retratar a dichas criaturas hirsutas como temibles y malignas. La propensión
a la vellosidad entre los prototipos anti-Illuminati también explica por qué es
una de las características comunes de los bohemios, los beatniks, los
izquierdistas en general, los científicos, los artistas y los hippies. Dichas
personas tienden a ser buenos reclutas para las organizaciones anti-Illuminati”.
En
una época (los 70s) donde el pelo largo ya se había naturalizado bastante, pero
muchos seguían creyendo que era una declaración de rebeldía, este pasaje me
parece que refleja bastante el humor tongue-in-cheek
de los autores; algo como decir, “¿tenés el pelo largo? ¡aaaah, qué
rebelde! ¡Seguro que sos anti-Illuminati por naturaleza!”. Me recuerda a un
pasaje al comienzo de The Mothman
Prophecies de John Keel, donde el autor habla de la moda de la barba y el
pelo largo – aunque sin el cinismo de RAW y Shea:
Ser
un inconformista dedicado no era fácil en aquellos días. Dejé crecer mi barba
en 1966, mientras trabajaba temporalmente en la granja de un amigo, el zoólogo
Ivan T. Sanderson. La tuve hasta 1968, cuando el cabello se volvió popular y la
mitad de los jóvenes americanos repentinamente comenzaron a sepultar sus
identidades bajo un gran mar de vello facial. En otras épocas sólo los
artistas, los escritores y los profesores universitarios usábamos barba.
Incluso eso era lo que la gente esperaba de uno. Tal vez si las multitudes se
afeitaran, yo dejaría crecer nuevamente mi barba. Pero hoy estaría salpicada de
gris. Mucho gris, probablemente. De la misma forma, el pelo largo fue una vez
símbolo del súper-intelectual, propiedad de concertistas de violín y de
matemáticos del tipo de Einstein - gente que no estaba en la onda, realmente.
Siguiendo
con el sarcasmo de los autores, y en la línea de ‘apropiación de mitos’ en
conjunto con la mezcolanza de la Operción Jodementes, Mal 2 afirma que el mito
judeocristiano de la expulsión del paraíso y la serpiente tentadora había
tenido su origen en Gruad y la caída de la Atlántida (como ya habíamos dicho en
la entrada de la semana 31) y que la víbora era un símbolo Illuminati: “la
carencia de vellosidad es la razón por la cual Gruad y sus sucesores sentían
preferencia por los reptiles. (...) Sentían un verdadero sentimiento de
parentesco” (pág. 464). RAW y Shea aprovechan esto para vincular a los
Illuminati virtualmente con toda imagen mítica ofídica: Uroboros, Jörmundgander,
el cayado de Moisés, Quetzalcóatl, San Patricio y las serpientes, los dragones,
etc.
“El
Gran Ojo es su símbolo más importante, pero no es el único. La Rosa en la Cruz
es otro. Pero el más copiado es el símbolo de la serpiente” dice Malaclypse en
la página 464. Y más adelante, en la página 469, Hagbard, George, Harry Coin,
Otto Waterhouse, y Joe ingresan al festival de Ingolstadt y ven un letrero
sobre la entrada con la inscripción “EWIGE BLUMENKRAFT UND EWIGE SCHLANGEKRAFT”.
Esto se traduce como “Eterno Poder de las Flores (o Eterno Flower Power) y Eterno Poder de la Serpiente”; ante este mensaje
abiertamente Illuminati (según los Mitos),
Hagbard dice: “¿Ven? Descaradamente al descubierto. Para aquellos que
comprendan, que lean y que sepan que la hora está llegando” – esto, creo, es un
guiño humorístico a los conspiranoicos cristianos de la época en que fue
escrito Illuminatus, como los
birchers, que veían a la cultura joven plagada de señales de los “Satánicos
Illuminati”; algo que después de 4 décadas no ha cambiado casi nada: los
modernos conspiranoicos cristianos han invadido la red acusando virtualmente a
todo actor/actriz, músico/a, y artista de ser un títere de la – en apariencia –
ubicua y omnipotente orden creada por A. Weishaupt.
En
este fragmento se lo menciona a Leviatán, el monstruo marino que da título a
esta tercera parte de Illuminatus. En
lo que va del texto, los autores han hecho algunas referencias a dicha
criatura: Hagbard alegaba haberlo visto desde lejos a bordo del submarino al
comienzo de la novela (página 77); luego es insinuada su presencia en la
película sobre la Atlántida que le es mostrada a Joe Malik (pág. 354):
Una
sombra descomunal desciende sobre la pirámide. En la oscuridad del fondo del
océano se adivinan unos tentáculos gigantescos, con ventosas del diámetro de la
boca de un volcán, y un ojo grande como un sol que observa al ojo de la
pirámide. Algo toca la construcción y ésta, a pesar de su tamaño, se mueve
suavemente. Luego la presencia desaparece.
Ahora
Malaclypse lo relaciona con los símbolos Illuminati de el Ojo en la Pirámide y
la esvástica (pág. 465) y aporta un poco más de información:
El
ojo en la pirámide y la serpiente a menudo pueden verse combinados. Juntos
representan al monstruo marino Leviatán, cuyos tentáculos son representados
como serpientes, y su cuerpo se muestra como un ojo dentro de la pirámide (...);
se dice que cada uno de los tentáculos de Leviatán posee un cerebro
independiente.
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En
la entrada anterior de la lectura decíamos que Joe Malik, al idear lo del
atentado con explosivos a la oficina de Confrontación,
y convencido de que Hagbard era un psicópata que destruiría a la humanidad,
“tal vez veía al discordianismo como una peligrosa organización terrorista y
buscó ayuda afuera de la misma (él no sabía que Cartwright y Knight eran
miembros); siendo parte del discordianismo, no podía acudir directamente a la
policía – ya que sus movimientos estarían vigilados – y planeó lo del atentado
para atraer a un prestigioso detective”; en el fragmento de esta semana Joe ‘confirma’
esa sospecha cuando le pregunta a Malaclypse (pág. 463):
“A
veces lo hacemos sonar como si los Illuminati fuesen la única amenaza sobre la
tierra” dijo Joe. “¿No es posible que sus oponentes sean igualmente
peligrosos?”.
“Ah,
si, por supuesto” dijo Malaclypse. “El bien y el mal son los dos extremos de la
misma calle. Pero esa calle fue construida por los Illuminati. Ellos tienen
excelentes razones, desde su punto de vista, para predicar la ética cristiana a
las masas, ¿Sabes?”
Nuevamente,
Joe utiliza esta pseudo-validación como sesgo de confirmación para la teoría
sobre la cual ya estaba convencido (ver
entradas de semana 40 y 39); esto alcanza una especie de pináculo dramático sincronístico
cuando, en medio de la reunión discordiana en el Schlosskeller previa al
festival, Hagbard, bastante borracho con la cerveza bávara se pone en plan
mesiánico y dice (pág. 467):
“¡Come!”
Hagbard exclamó “Come, bebe y alégrate. Tal vez nunca vuelvas a verme, Joe.
Alguien en esta mesa me va a traicionar, ¿Lo sabías?”.
Dos
pensamientos colisionaron en el cerebro de Joe: Él sabe; es un Mago y Él cree que es Jesús; está loco (...)
En
ese preciso instante, Joe escucho el inconfundible canto de un gallo.
En
esta escena reminiscente de la última cena de Cristo en los Evangelios, Joe se
siente como Judas (ya que era el que lo iba a traicionar) y como Pedro (“Antes
que cante el gallo, me negarás tres veces”); también el beso de Mavis en el pie
de Hagbard recuerda a la escena en la casa del fariseo donde la mujer
‘pecadora’ besa los pies de Jesús; y, por su puesto: aquí la eucaristía no es
el pan y el vino, sino el ácido que Celine reparte entre los presentes.
Más
adelante, en la página 471, Joe reflexiona si debe entrar a matar a Hagbard
cuando está junto a Mavis (presuntamente) en la carpa de los discordianos del
predio del festival...
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En
la página 468 hay un párrafo muy interesante; a pesar de no ser demasiado
extenso y que no implica a ningún personaje principal de la novela, contiene
mucha información y lo veo como otro ejemplo genial de la mezcla inextricable
de ficción y realidad de la Operación Jodementes:
Los
Corporación Cerrada eran reconocidos generalmente como el grupo de rock más esotérico
y experimental de todos; (...) la queja principal sobre la banda era que nadie
podía comprender los cánticos que acompañaban algunos de los temas más interplanetarios
que tocaban. Dichas letanías derivaban del lenguaje enoquiano que el Dr. John Dee
había descifrado de los acrósticos del Necronomicon,
y que posteriormente había sido empleado notablemente por el conocido poeta
Aleister Crowley y por el Reverendo Anton LaVey, fundador de la Primera Iglesia
de Satán de San Francisco. La noche del 30 de Abril, los Corporación Cerrada
sacrificaron ritualmente a un gallo adentro de un pentagrama (...), invocaron
los Nombres Bárbaros, ingirieron tabletas de mescalina y partieron al recital
preparados para desatar vibraciones que harían palidecer de pavor incluso a los
Asociación Médica Americana.
Aquí
Wilson y Shea mezclan en una linda ensalada a personajes históricos (el Dr.
John Dee, Aleister Crowley, y Anton Szandor LaVey) con elementos de la ficción
lovecraftiana como el Necronomicon,
pero ¿hay alguna relación entre el enoquiano de Dee y los Nombres Bárbaros de
Crowley con los Mitos de H.P.
Lovecraft?
En
el capítulo IX (“Sobre el Silencio y el Secreto: y de los Nombres Bárbaros de
Evocación”) de Magia(k) en Teoría y
Práctica, Aleister Crowley explica un poco la mecánica de los Nombres Bárbaros:
La
experiencia ha demostrado (...) que los conjuros más potentes son los
expresados en un lenguaje antiguo y a lo mejor olvidado, o aún en aquellos velados
en una jerga corrupta y posiblemente insensata. (...) La “invocación
preliminar” en el Goetia consiste
principalmente de corrupciones de nombres griegos y egipcios. Por ejemplo,
encontramos a “Osorronnophris” en lugar de “Asor un Nefer”. Los conjuros dados
por el Dr. Dee están en un lenguaje llamado angélico o enoquiano. Su fuente
hasta ahora ha burlado a la investigación, pero es un lenguaje, no una jerga,
pues posee una estructura propia y tiene trazos de gramática y síntesis.
Cualquier
cosa que esto sea, funciona. Hasta el principiante encuentra que le “pasan
cosas” cuando los usa; y esto es una ventaja – ¡o una desventaja! – no
compartida por ningún otro idioma. El resto necesita habilidad.
(...)
La excitación mental requerida puede ser producida por la percepción de lo
absurdo del proceso y la persistencia en ello. (...) Debe concederse en todo
caso que la longitud de estas formidables palabras junto a los bramidos y
quejidos de los conjuros tienen un efecto real al exaltar la conciencia del mago
al punto indicado. Que ellas lo produzcan no es más extraordinario de lo que
hace la música de cualquier tipo.
(...)
En una iglesia negra de los EEUU, los devotos cantaban alabanzas en un estado
tan extremo de excitación que toda la asamblea desarrolló una furiosa forma de
histeria. Los gritos comparativamente inteligibles de “Gloria”, y “Aleluya” no
expresaban ya la situación. Alguien gritó “¡Ta-ra-ra-boom-de-ay!”,
y esto fue tomado por toda la reunión y gritado sin interrupción, hasta que la
reacción sobrevino. El asunto salió en los periódicos, y algún discípulo
particularmente brillante de John Stuart Mill, logista y economista, pensó que
estas palabras, habiendo movilizado a un montón de locos, podrían hacer lo
mismo con otros locos en el mundo. Así que escribió una canción, y produjo el
resultado deseado. Este es el efecto más notorio en el presente sobre el poder
ejercido por un nombre bárbaro de evocación.
Ta-ra-ra
Boom-de-ay! Ann Panagulias
El
amigo Magufo (formerly known as
JFKT), en su blog Magufo Apocalipsis tradujo un fragmento muy interesante de Turn Off Your Mind de Gary Lachman que
además de ampliar y actualizar el tema de los Nombres Bárbaros de Evocación,
los utiliza de vínculo para conectar la obra de Crowley con la de H.P.
Lovecraft:
Existe
sin embargo una conexión Lovecraft-Crowley que resulta muy sugerente, y cuyo
significado se extiende más allá del trabajo del escritor y el mago. Un método
para atraer a las entidades sobrenaturales emplea el uso de los “nombres
bárbaros de evocación”. La potencia de estos nombres bárbaros radica en el
hecho de que son ininteligibles para la mente consciente. El “sinsentido” es
una potente herramienta para estimular la aparición de estados alterados de
consciencia, como han sabido los magos a lo largo de la historia: desde los
antiguos magos de Oriente Próximo, a André Bretón y los surrealistas o los
maestros Zen que preguntan sobre el sonido de una sola mano. La no-palabra “abracadabra”, la cual asociamos con la
prestidigitación y con el “hocus-pocus”
(otro ejemplo) son nombres bárbaros que han pasado al uso general. Es probable
que la palabra inglesa para designar sinsentidos, “gibberish”, provenga de la obra de un alquimista del siglo VIII,
Geber (…)
Pero
la potencia de los nombres bárbaros no se limita a los antiguos alquimistas.
John Lennon sabía mucho sobre ellos, y los utilizó en varias canciones como en
“I am the Walrus” con “goo ga joob” y
en “Come together” con “toe jam footbal”
o “spinal cracker” (otros exponentes
más tardíos fueron los Ramones con “Gabba
Gabba Hey”). Antes de Lennon, escritores beat como Allen Ginsberg y William
Burroughs usaron variaciones sobre estos nombres bárbaros para conseguir sus
propios y particulares efectos: los largos y jadeantes cánticos de Ginsberg
arrullan a la mente crítica y consciente hasta dormirla, mientras que los “cut-ups” de Burroughs son un método
exitoso para «exterminar todo pensamiento racional». La palabra medieval para
los conjuros mágicos, goetia,
significa “aullar” ─igual que el título poema más famoso de Ginsberg.
En
“Liber Samekh” (…) Crowley provee de varios ejemplos de algunos de estos
nombres bárbaros. “Phalartao”, “Athorebalo”, “Sotou” y “Arogogoruabrao”
no están muy lejos de los acuñados por Lovecraft, como Nyarlathotep y
Yog-Sothoth. Los nombres bárbaros de Crowley pueden ser efectivos; he conocido
“magos” que han llevado a cabo este ritual y dan fe de su potencia, y si el
lector tiene alguna duda, puede probar a cantar repetidamente “Arogogoruabrao” en una habitación
iluminada por velas y llena de incienso.
Pensando
en qué grupo de los 70s pudo haber inspirado a RAW y Shea para los Corporación
Cerrada de Illuminatus cuyos “cánticos
de sus temas más interplanetarios” nadie parecía comprender, me vino a la mente
el grupo francés Magma, cuyas letras están en “kobaïano”. El kobaïano es una
lengua inventada por el baterista y compositor de Magma, Christian Vander. Es
el lenguaje de Kobaïa, un planeta ficticio ideado por Vander para los discos
conceptuales de la banda. Vander dijo en una entrevista que había inventado el
kobaïano para Magma porque “el francés no era lo suficientemente expresivo. Ya
sea para la historia como para el sonido de la música”.
En
la entrada de Wikipedia sobre el kobaïano, hay un párrafo donde podemos
apreciar la similitud de los efectos que produce dicho lenguaje ficticio con
los que producen los Nómbres Bárbaros de Evocación:
El
experto en Magma Michael Draine dijo que “la abstracción entregada por el verso
kobaïano parece inspirar a los vocalistas de Magma a alcanzar alturas de
abandono emocional raramente permitidos por letras convencionales”.
Magma en 1975
¡Los
fans de Magma incluso crearon diccionarios online de kobaïano! La pregunta que
se plantean los fans de Corporación Cerrada es válida también para la música de
Magma: “Es profunda, si, pero ¿Es rock realmente?”; esto, y aquello de
“el grupo de rock más esotérico y experimental de todos”, las letras en
enoquiano, y los “temas interplanetarios”, sumado a que la música de Magma no
desentonaría para nada con el ambiente far-out
y psicodélico del festival de Ingolstadt de Illuminatus,
nos hacen pensar que Shea y Wilson probablemente se hayan inspirado un poco en
la locura kobaïana de Magma para componer a sus Corporación Cerrada... ¿quién
lo sabe?
Magma -
Kobaïa
Magma
- Auraë
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Una
frase en boca de los Illuminati Primi integrantes de la banda AMA que me parece
absolutamente genial (págs. 470/71):
“No
hablemos más de fallas” dijo Wolfgang. “Es absolutamente imposible que
fallemos. El plan es a prueba de tontos”.
Winifred
sacudió la cabeza. “El problema es precisamente que los tontos no son a prueba de tontos. Y tú, Wolfgang, lo sabes
mejor que nadie”.
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“Nunca
había visto un domo geodésico como ese” dijo George. “Miren lo grande que es. Me
pregunto que habrá adentro”.
“Leí
que los Kabouters iban a levantar un
domo” dijo Joe. “Como una estación de primeros auxilios o para los malos viajes
o algo así” (pág. 469).
Los
Kabouters (en holandés “gnomos”) fueron un grupo anarquista holandés en la
década de 1970. Fue fundado por Roel van Duijn y uno de sus objetivos era la
creación de una sociedad alternativa basada en las ideas del propio van Duyn
como se afirma en su libro, De Boodschap
Wijze van een Kabouter (El Mensaje de
un Gnomo Sabio). Van Duyn había trabajado un tiempo en una granja orgánica
y le preguntó al granjero si iban a comprar una cosechadora. “No”, respondió el
agricultor “las máquinas ruidosas ahuyentan a los kabouters, y los necesitamos
para mantener nuestras plantas sanas”. Esa es la razón por Van Duyn utilizó
este nombre.
Los
Kabouters eran okupas y usurpaban edificios y casas abandonadas. También eran
activistas ecológicos y publicaban una revista de manera independiente, la Kabouterkrant. En 1971 decidieron
participar como un partido de las elecciones parlamentarias, y el movimiento se
dividió, ya que muchos pensaban que entrar al proceso electoral no era una
movida anarquista.
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Borracho,
y en un arrebato de celos, George les lanza un despotrique religioso a Hagbard
y Mavis luego de que anunciaran su futura boda (pág. 466):
“¡Pecadores!
¡Pecadores en manos de un Dios furioso! ¡Ustedes son arañas en las manos del
Señor! ¡Y Él los arrojará a un foso ardiente!”.
Esto
es una cita de un famoso sermón de 1741 de John Edwards, teólogo calvinista y
puritano estadounidense. Aquí se hace evidente que el Método Celiniano (ver
entradas de las semanas 34 y 35) estaba apuntando a una programación antigua
del cerebro de George: en la página 377 George recordaba su infancia con su
familia bautista en Nutley, un pueblito de New Jersey. Al parecer la impronta
religiosa seguía fuertemente arraigada en una parte de su mente, a pesar de que
él la negara; la maniobra de Hagbard iba dirigida a desestructurar su circuito neuronal II, el circuito emocional, si utilizamos el sistema de Leary adoptado por Robert Anton Wilson. Y justamente, el alcohol es
la droga propicia para activar ese circuito específico. En Disparador Cósmico I, RAW dice sobre el circuito emocional:
Como
todos los padres saben, el niño que empieza a andar deja de ser pasivo
(bio-supervivencia) para convertirse en mamífero político, lleno de exigencias territoriales físicas (y psíquicas), y pronto
comienza a intervenir en asuntos y decisiones familiares. También aquí la
primera impronta es la que dura toda la vida (a menos que se consiga borrar) e
identifica los estímulos que desencadenarán el comportamiento dominante y
agresivo, o por el contrario, el dócil y solidario Cuando decimos que alguien
tiene un carácter caprichoso y egoísta o “como el de un niño de dos años”, nos
referimos a que se está dejando llevar por una de las realidades-túnel grabadas
en este circuito. (...)
Para activar la segunda realidad-túnel
ingiéranse grandes cantidades de alcohol. Las conductas territoriales de los
vertebrados y las políticas sentimentales de los mamíferos afloran cuando fluye
esta sustancia por las venas, como Thomas Nashe intuía cuando clasificaba los
diferentes tipos de embriaguez mediante etiquetas animales: “borracho como un
asno”, “como una cabra”, “como un cerdo”, “como un oso”, etc.
Primero,
George se siente ofuscado cuando Otto Waterhouse pregunta “¿Dónde está mi
Stella?”, pensando que ni él ni Otto tenían derecho sobre ella. Pero el anuncio
de la boda de Hagbard y Mavis aguijonea el sentido de posesión de George, y
estalla. Al parecer, Hagbard buscaba crear una vulnerabilidad de impronta mediante
el shock y el alcohol para que George pudiera liberarse de su territorialidad
sobre las mujeres (sobre Mavis, específicamente).
Neurocomics – de Tim Leary
En
la página 471 volvemos al 2 de febrero de 1976; Robert Putney Drake – que
todavía estaba vivo – recibe una copia del libro de Hagbard, Nunca Chifles
Mientras Estás Meando, y lee la brillante sección titulada Definiciones y
Distinciones (ver aquí en este mismo blog). La editorial era Publicaciones
Verdes y Placenteras P.O.
Box 359, Glencoe, Illinois 60022, Green
and Pleasant Publications en el original en inglés. Y esos eran,
justamente, el nombre y la dirección de la editorial de Robert Shea, a través
de la cual publicaba el fanzine anarquista No Gobernor.
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5s
y 23s: “Hay dos tentáculos para cada uno de los tres lados, lo cual nos lleva
al veintitrés” (pág. 465); “sacrificaron
ritualmente a un gallo adentro de un pentagrama”
(pág. 468); “ellos todavía lo tienen encerrado en el Pentágono” (pág. 470);
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