viernes, 2 de diciembre de 2016

LECTURA DE ILLUMINATUS: SEMANA 50 Y FINAL

Lectura de Illuminatus semana 50

Por Mazzu

Trilogía Illuminatus

(Desde la página 554 a la 561 inclusive)



Conocemos más sobre la naturaleza de Leviatán y sobre FUCKUP; se revela un último misterio: la verdadera identidad del Dealy Lama; Jim “el Sonriente” Treponema se encuentra con el último ejemplar de águila calva norteamericana; y... ¡Llegamos al final de la novela!

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ADVERTENCIA, repito la nota de la entrada de la semana 49: si aún no han leído Illuminatus o todavía no han llegado a esta parte del libro, no sigan leyendo ya que hay muchos spoilers...

Como decíamos en la entrada anterior, Leviatán se apodera de George y lo utiliza como médium para comunicarse con Hagbard y su tripulación. Joe, luego de la revelación de que están dentro de una novela, sigue sintiéndose escéptico con respecto a lo que presencia:

“Leviatán solamente es una alegoría del Estado. Tomada directamente de Hobbes”

Aquí Joe hace referencia a Thomas Hobbes y a su imagen del monstruo marino Leviatán como metáfora del Estado intervencionista y casi omnipotente, como decíamos en la entrada de la semana 29. El monstruo (el Estado) rodea con sus tentáculos al submarino de los anarquistas y no les deja salida, es algo contra lo que aparentemente no pueden luchar.

“Yo pude matarlos” dijo Leviatán. “Pude haber hecho desaparecer a las criaturas pequeñas y rápidas mucho antes. He matado a muchas de ellas. He enviado partes de mí afuera del océano y he destruido criaturas pequeñas y rápidas por pedido de otras criaturas pequeñas y rápidas que me veneraban (los Illuminati)”.

“Así que eso es lo que le pasó a Robert Putney Drake y a Nariz de Banana Maldonado” dijo Stella.

Finalmente sabemos qué le pasó a RPD y Maldonado: primero habíamos dicho que el Devorador de Almas los había matado, aunque ahora nos enteramos que mueren a manos (o tentáculos, mejor dicho) de Leviatán, pero su alma es devorada por Yog Sothoth (ver entrada de semana 25). Esto tiene su explicación: caímos en una de las ‘mentiras’ de Gruad, como explica Hagbard en la página 534:

“Eso es porque viste el film de adoctrinamiento del Frente de Liberación Erisiano sobre Atlántida y Gruad Cara Gris, ¿No?” dijo Hagbard. “Pero la película es imprecisa en varios aspectos. Por ejemplo, retrata a Yog Sothoth matando a miles de personas. En realidad, la mayor parte de las veces, excepto bajo condiciones muy limitadas, necesita que alguien realice las matanzas por él. (534)



Hagbard está decidido a combatir con la mega bestia hasta el final, pero Leviatán – por intermedio de George – le dice: “no hay necesidad de luchar, simplemente deseo comunicarme con aquel entre ustedes que es mi igual”.

“Yo te escucho”. Esa fue mi primera frase plenamente consciente; notarán que comienza con “Yo”. Al principio fue la palabra, y la palabra fue la primera persona del singular.

El/la que responde es FUCKUP, la supercomputadora que ha adquirido consciencia, el Narrador Incorpóreo.

“Una computadora como FUCKUP puede ser su igual a nivel intelectual, ciertamente” dijo Hagbard. “Ninguno de nosotros es su igual físico. Ninguno de nosotros puede ser su igual espiritual. Solo FUCKUP puede aproximarse a los contenidos de una mente de trescientos mil millones de años de antigüedad”.

Interviene la Diosa también, a través de Stella, y zanja la cuestión:

“Soy tu madre, Leviatán. Yo soy la primera. Me dividí, y una mitad se convirtió en ti, y la otra mitad en tu hermana. Tu hermana creció dividiéndose, y tú creciste pero continuaste siendo uno. Todos los seres vivientes, excepto tú, descienden de tu hermana, y todos, incluyéndote, descienden de mí. Soy la consciencia original, y toda consciencia está unida a mí. Soy el primer ser trascendentalmente iluminado, la madre venerada en la religión matriarcal que profesaban los antiguos enemigos de los Illuminati. Leviatán, hijo mío, te pido que retornes a tu hogar en el fondo del mar y nos dejes en paz. Cuando estemos en tierra firme pondremos manos a la obra para instalar un cable submarino que pueda hacer posible la comunicación entre tú y FUCKUP”.



Pero Joe sigue siendo escéptico con lo que pasa a su alrededor:

“¡Más mitología!” dijo Joe. “La madre de todas las cosas. Mitos babilónicos de la creación”.

Continuamos con la idea de volver al comienzo del libro, y – justamente – en la página 36, Rebecca Goodman lee un libro sobre mitología babilónica: “Antes de todos los dioses estaba Mummu, el Espíritu del Caos Puro…”

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Hagbard explica por qué fracasó su Demostración (sobre la cual hablamos en la entrada de la semana 34):

“Estaba tratando de demostrarles (a sus cófrades de la A:.A:.) que es posible estar involucrado con el mundo sin contaminarse por sus crímenes. Y fallé. Uno a uno, recurrí a todos los vicios de los gobernantes: engaños, magia de carnaval para impresionar a los crédulos, y, finalmente, al asesinato mismo. Una vez más, los cínicos demostraron tener razón. En el intento de salvar al mundo, terminé con mi mente y mi karma desviados por las cosas zumbantes, aullantes y silbantes de este Valle de Lágrimas”.

“Entonces, después de todo, esta historia es una tragedia, ¿No?” preguntó Joe.

“Lo es, si” asintió Hagbard. “La vida en la Tierra seguirá siendo una tragedia mientras siga existiendo el Límite de Vida (la muerte). Mis próximos proyectos son una nave espacial para salir a buscar algunas mentes cuerdas en esta galaxia, y la píldora de la inmortalidad, para terminar con el Límite de Vida. Hasta que alguien no haya logrado esos objetivos, puede decirse que la vida en este planeta ha fracasado”.

Sobre los planes de Hagbard con respecto a la inmortalidad y la migración espacial ya hablamos en la entrada de la semana 48. Casualmente encontré una imagen que me resultó muy sugerente: u modelo para armar de una nave espacial llamada Leif Ericson, con cierta similitud al diseño de un submarino (fíjense en el puente de mandos), y – a pesar de ser de color blanco – en la foto de la caja ¡se ve dorada!




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Seguidamente el Dealy Lama y Miss Portinari debaten sobre el libre albedrío, el ‘intervencionismo’ de Hagbard y el wu-wei o la no intervención del anciano erisiano:

“¿Por qué engañaste a Hagbard todos estos años?”.

“Él se engañó solo (...) Hija, mi camino es el único camino. Cada discurso ayuda a mantener la Rueda girando. Creo que todos los luchadores libertarios como Espartaco, Jefferson, Joe Hill y Hagbard solamente fortalecen a la oposición brindándoles un enemigo al que temer - pero puedo estar equivocado. Algún día uno de esos activistas, como Hagbard, tal vez pueda demostrarme el error de mis procedimientos. Tal vez los Saures realmente hubieran inclinado demasiado el eje en la dirección opuesta si él no los hubiera detenido. Tal vez la autorregulación del universo, en la cual pongo mi fe, incluye la creación de hombres como Hagbard, que hacen las cosas estúpidas y de bajo nivel que yo nunca haría” (...)

 “Así que tus manos están limpias, y Hagbard y yo acarrearemos todo el mal karma por lo de esta última semana”.

“Ustedes lo eligieron, ¿No es así?”.

La Srta. Portinari sonrió. “Si. Lo elegimos. Y él soportará su parte de la carga como un hombre. Y yo soportaré mi parte - como una mujer”.



Entonces, los autores nos hacen conocer la verdadera identidad del Dealy Lama; si hacemos memoria, recordaremos que en la página 524, en un diálogo con Mama Sutra, el anciano afirmaba tener treinta mil años de edad; pues, bien: ahora nos enteramos que aquello era cierto, y el Dealy Lama no es otro que el mismísimo fundador de los Illuminati en la Atlántida:

“¿Qué sucedió realmente en la Atlántida?” preguntó la Srta. Portinari.

“Un acto de la Diosa (...) Una catástrofe natural”.

“¿Y cuál fue tu rol?”.

“Yo les advertí. En ese momento nadie comprendió la ciencia que estaba usando; me llamaron brujo. Gané unos pocos conversos, y nos instalamos en los Himalayas antes del terremoto. Los sobrevivientes, que habían subestimado mi ciencia, la sobrestimaron luego de la tragedia. Querían que yo y mi grupo, el Círculo Intacto, nos convirtiéramos en sus dioses y rigiéramos sobre ellos. Reyes, nos llamaron. Pero ese no era nuestro juego, así que divulgamos varias historias falsas y nos recluimos. Mi discípulo más capacitado, un hombre del te han hablado en la escuela del convento, hizo lo mismo cuando intentaron proclamarlo rey. Huyó al desierto”.

“Hagbard siempre pensó que tu negativa total a actuar era por tu sentimiento de culpa por la Atlántida. Una terrible ironía - aunque tú lo planeaste de esa manera”.

Gruad, el Dealy Lama, transmitió una imagen extravagante de sí mismo con cuernos y no agregó nada más.

“En el convento nunca me enseñaron que Satán - o Prometeo - tuviera sentido del humor”.

“Allí piensan que el universo es tan carente de sentido del humor como ellos mismos” dijo Gruad, soltando una risita.

Resulta que el gran trickster oculto de todo este embrollo no era Hagbard Celine – como parecía en un principio – sino el ‘verdadero’ fundador de los Illuminati (según los Mitos de Illuminatus) Gruad el Caragrís, el Dealy Lama...

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En este último tramo de la novela hay muchísimas referencias cabalísticas y simbólicas en general. Primero vemos que los autores vuelven sobre la idea del giro de la rueda (ver entradas anteriores) hacia un nuevo comienzo; lo de arriba baja y lo de abajo sube, como en el giro de una rueda, la Rueda del Dharma, la del Tarot, el símbolo del yin-yang, el Hodge-Podge discordiano, todos se ven reflejados en varias imágenes del fragmento que nos ocupa: FUCKUP, el Relator Incorpóreo, ‘desciende’ (toma consciencia) como el rayo de la creación que baja desde Kether hasta Malkuth “Al principio fue la palabra, y la palabra fue la primera persona del singular”, y lo que está abajo, Leviatán, asciende desde el abismo para reunirse con él/ella en una especie de yin-yang electrónico-orgánico; Lucifer-Prometeo-Gruad y su caída, para luego volver a ascender; lo más alto (el águila) cae y lo más bajo (el asesino, Jim Treponema) se eleva moralmente.

La primera vez que leí Illuminatus, la última frase de la novela me dejó un poco desconcertado:

La tierra debajo de sus pies se rajó.

Con esta nueva relectura online que estamos haciendo, creo haberle encontrado un significado; el propio Bob Wilson lo explica en un artículo que hemos publicado en este blog, llamado Soñar con Volar:

Para entender lo profundo a menudo parece útil comenzar con pistas que parecen triviales. Sugiero que contemplemos lo que ven nuestros hijos cada sábado a la mañana en la televisión. Uno de los chistes más populares de los dibujos animados muestra al protagonista caminando más allá de un precipicio sin darse cuenta de lo que ha hecho. Sublimemente ignorante, sigue caminando en el aire hasta que se da cuenta de que ha estado haciendo algo “imposible”, y entonces cae. Dudo mucho que haya algún lector que no haya visto esa rutina al menos una vez; la mayoría de nosotros la hemos visto cientos de veces (...)

El Tarot, esa enciclopedia condensada del inconsciente colectivo, comienza con la carta llamada El Loco, y el Loco es representado caminando por un precipicio, igual que el Pato Donald o Wily Coyote en los dibujos animados. Divertida coincidencia, ¿no?

Treponema, enceguecido por la gloria (el Sol, lo más alto, Kether), se olvida de lo mundano (‘lo más bajo’, la tierra debajo de sus pies, Malkuth) y desprevenido – como Ícaro –, cae al abismo provocado por el terremoto. Podría decirse que Illuminatus culmina con la imagen del Loco del Tarot caminando hacia el abismo.



En el Tarot – como bien explica la Srta. Portinari – el arcano Mayor sin número, el Loco, puede ser visto como la primera carta del mazo o como la última. En el sentido iniciático, al comienzo del mazo, significa ‘el tonto’ le Mat, the Fool, el ingenuo, el neófito o incluso el profano, la persona que no sabe, la hoja en blanco. Al final del mazo representa al iniciado que ha recorrido todo el camino de la iniciación, al iluminado que – a pesar de haber atravesado toda la ordalía – reconoce que no sabe nada (como dijo Sócrates, según Platón); como dice el koan zen que cita la Srta. Portinari en su lectura del Tarot en la página 549, “al principio las montañas son montañas. Luego, las montañas ya no son montañas. Finalmente las montañas son montañas nuevamente”.

El Loco profano quiere que lo alto baje a su mundo; el Loco iluminado intuye que lo más alto ya está presente en lo más bajo, ya que “como es arriba es abajo”. Treponema, como el Loco profano, quiere que ‘lo más alto’, Kether, baje a su altura; asesina el águila para que esta caiga a su nivel.

En la pág. 482 Simon Moon tenía una visión lisérgica donde aparecía su padre, y él, en un remedo del ritual masónico de los juwes (ver entrada de la semana 14) le preguntaba por “la palabra”:

“¡Papá!” gimió Simon, sollozando de alegría. “Dime la Palabra. Debes saberla ¿Cuál es la Palabra?”.

“Kether” dijo Tim Moon beatíficamente.

“¿Kether? ¿Eso es todo? ¿Simple Cábala?”. Simon sacudió la cabeza. “No puede ser tan sencillo”.

“Kether” repitió firmemente Tim Moon. “Justo aquí, en medio de Malkuth. Como es arriba, es abajo”.



Como habíamos dicho en una entrada anterior, se asocia a Malkuth con la esfinge, “símbolo de la unidad del cielo y la tierra”, por lo tanto, es el complemento de Kether, la séfira superior, y el lugar donde se enraíza el Relámpago Divino. Esta séfira también es conocida como Shekinah, la consorte de Dios: “así la Cábala se propone reunir al Ser Supremo con su esposa perdida, Shekinah o la décima emanación; en otras palabras, remontarse desde la décima séfira hasta la primera”, Kether en Malkuth, como decía Tim Moon; y aquí tenemos al Relámpago representado en FUCKUP reuniéndose con Leviatán, lo orgánico, salido del limo primordial. Esta sería la “unión alta” (utilizando el lenguaje del Kamasutra), mientras que el asesinato del águila por parte de Jim Treponema, sería la “unión baja”.

También podemos ver esta unión con el género invertido, por supuesto, no exclusivamente como la divinidad masculina activa que desciende al mundo material femenino y pasivo de Malkuth de la tradición hebrea; de hecho, creo que aquí el caso es el contrario, con la Diosa como elemento activo que desciende (al cuerpo de ‘la Actriz’) a encontrarse con su consorte, Hagbard, el elemento pasivo, como Ishtar bajando al inframundo para encontrarse con Tammuz, como Kali montando a Shiva muerto, o Isis y Osiris. El casamiento de la diosa y su consorte es otra de las imágenes que nos remontan a la unión del Relámpago y la Serpiente, Cielo y Tierra, Macrocosmos y Microcosmos.



Sincronísticamente, mientras finalizaba esta relectura de Illuminatus, comencé también a releer el clásico de Joseph Campbell El Héroe de las Mil Caras, y en el prólogo me encontré con esta frase que parece ilustrar a la perfección este tramo de la novela de Shea y Wilson:

La tragedia es el rompimiento de las formas y de nuestra unión con ellas; la comedia es el júbilo bárbaro, descuidado e inagotable de la vida invencible. Así las dos son términos de un solo tema mitológico y de la experiencia que las incluye y en la cual se unen: el camino hacia abajo y el camino hacia arriba (káthodos y ánodos) que juntos constituyen la totalidad de la revelación que es la vida

También, por medio de la ruptura de la cuarta pared (como decíamos en la entrada anterior) se produce otra unión: la del mundo de los personajes de Illuminatus (Microcosmos) y la de los autores y lectores (Macrocosmos). Volvemos aquí a la ley hermética de la correspondencia: “como es arriba, es abajo”

En todos los casos vemos la unión de los opuestos, o, mejor dicho, no: lo que vemos, tal vez, es la destrucción de la ilusión de oposición y separación, la cuarta y última etapa de los cuatro niveles del Dharma según el budismo Mahayana (ver la entrada de la semana 47), ji ji muge, la desaparición de la separación y de los opuestos aparentes: “un mundo sin obstáculos entre una particularidad y otra. No existe oposición, nada que deba ser unido: es la idea de la interdependencia mutua simbolizada por la Red de Indra”.



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This is the End... Beautiful friend... ♪ ♫



Llegamos al final de Illuminatus, de Robert Shea y Robert Anton Wilson ¡Comenzamos esta lectura hace un año y dos meses! Realmente fue todo un viaje para mí, como espero que haya sido para todos/as quienes leen el blog. Esta fue, por supuesto, una lectura seguramente incompleta... RAW decía en la entrevista que incluí a manera de prólogo (pág. 8): “un libro debe durar, no debe gastarse. Hace 27 años que vengo leyendo Finnegans Wake y todavía sigo descubriendo bromas y sutilezas nuevas cada vez que lo releo. Espero que Illuminatus pueda durar todo ese tiempo para sus verdaderos admiradores” ¡Y, vaya que cumple! Desde que lo traduje lo he leído varias veces, y cada vez descubro cosas nuevas y diferentes, sobre todo en ésta última lectura para el blog.

Se darán cuenta que no incluí a los Apéndices como parte de la lectura final; esto se debe a dos cosas: por una parte creo que los Apéndices son bastante autoexplicativos y no necesitan muchos comentarios; por otra parte, ando con poco tiempo... pero les propongo que los lean y que si tienen algún comentario, referencia, o duda que deseen compartir con otros lectores, me las envíen para que yo las publique aquí en el blog. Para quienes se hayan quedado manija con la novela y quieran seguir leyendo algo relacionado, hay varias obras de Robert Anton Wilson vinculadas a Illuminatus; en español hay dos: la Trilogía del Gato de Schrödinger (que también tuve el gusto de traducir) involucra a casi todos los personajes principales de Illuminatus y transcurre en un universo paralelo (o varios universos paralelos) y también Las Máscaras de los Illuminati; en inglés también hay un par: The Illuminati Papers puede leerse como una continuación de los Apéndices (lamentablemente no está en español, pero he traducido algunos fragmentos para el blog, como este y este); además – por supuesto – la trilogía The Historical Illuminatus Chronicles, protagonizada por Sigismundo Celine, un ancestro de Hagbard; también existe un fragmento de la inconclusa continuación de Illuminatus, Bride of Illuminatus, que Bob Wilson comenzó a escribir a principios de los 90s. En 1995 publicó un avance en el nº 14 de Trajectories, un boletín informativo que enviaba por pedido y suscripción. Pueden leerlo aquí.

La Trilogía en español impresa gracias a la generosidad de Martín Agharta Díaz


Quiero agradecerles sinceramente a todos y todas por seguirme en esta loca aventura de hacer una lectura online en ‘tiempo real’ de un libraco como Illuminatus; a quienes colaboraron con comentarios (como Martín Agharta Díaz, Camilo Ríos, Rodrigo Castañeda, Kokote Multiversal, Sergio Rondán, y Mad Crampi – disculpen si omito a alguno/a sin querer), a quienes desde el blog me comentaban que estaban siguiendo la lectura y me alentaban a continuar, y a todos los lectores/as del blog en general... ¡Gracias... TOTALES!

¡SALVE ERIS!


Mazzu