martes, 5 de julio de 2016

LECTURA DE ILLUMINATUS: SEMANA 30

Lectura de Illuminatus semana 30

Por Mazzu

Trilogía Illuminatus

(Desde la página 331 a la 341)



El gobierno, los discordianos y los Illuminati se enfocan en la búsqueda de Carmel; en el Leif Erikson se desarrolla una peculiar fiesta discordiana, el Ágape Ludens, en el transcurso de la cual Hagbard renuncia a su cargo de Epískopo; y Joe, finalmente, logra ver los fnords...

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En la página 331 el Dr. Fred Filiarisus, cuyo nombre Illuminatus era Gracchus Gruad, describe de manera bastante concisa la Ley de la SNEBJ que Hagbard había explicado anteriormente:

Me atrevería a decir que lo que descubrí podría tener una aplicación universal: ningún cuerpo gobernante podrá obtener jamás una descripción precisa de la realidad por parte de los individuos sobre los que ejerce su poder. (...) Bajo coacción, la gente siempre dice y hace lo que cree que se espera de ella - otra de las razones por las cuales el gobierno nunca descubre la verdad de ciertas cosas

En la página 332, vemos cómo se hace realidad el plan que los Illuminati habían delineado 40 años antes (tal como se lo detalla el Gran Maestre a Robert Putney Drake en la entrada de la Semana 25):

Y los pocos remanentes andrajosos de la Carta de Derechos que habían sobrevivido durante cuatro décadas de Guerra Fría fueron puestos a descansar - temporalmente, al menos para los allí presentes -. (...) Y por supuesto, (los Illuminati) esperaban que el sepelio de la Carta de Derechos fuera permanente.

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Un par de referencias lovecraftianas: en su reunión en el cementerio de Ingolstadt, los cuatro Illuminati Primi hacen referencia a Aquel Que No Debe Ser Nombrado (pág. 333... ¡justo!) y un poco más adelante, en la misma página, nos enteramos que “el Lief Erikson dejaba atrás el Atlántico para ingresar al océano subterráneo de Valusia bajo Europa”.

Con Aquel Que No Debe Ser Nombrado, parecen referirse a la entidad que está encerrada en el pentágono; como decíamos en la entrada de la semana 25, dicha entidad parece ser identificada en Illuminatus con la deidad primordial lovecraftiana Nyarlathotep. Y sobre Valusia, el mítico reino perdido creado por Robert E. Howard, hemos escrito algo en la entrada de la semana 18.

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La página 333 contiene la descripción del aspecto que tendría una fiesta discordiana:

Mavis le había explicado que era el Ágape Ludens semanal, o el Juego Festivo del Amor para los Discordianos, y el comedor había sido decorado con pósters pornográficos y sicodélicos, diseños místicos cristianos, budistas y amerindios, globos y chupetines colgados con cintas brillantes, pinturas numinosas de los santos discordianos (incluyendo a Norton I, Segismundo Malatesta, Guillaume d’Aquitaine, Chuang Chou, el juez Roy Bean, varias figuras históricas aún más oscuras y numerosos gorilas y delfines), ramos de rosas, gladiolos y orquídeas, montones de bellotas y calabazas, y una inevitable proliferación de manzanas doradas, pentágonos y pulpos.

La lista de santos discordianos mencionados en este párrafo es muy interesante; sobre el Emperador Norton I ya habrán leído, ya que es citado con frecuencia en la obra de RAW. Aquí lo que dice Carole Cusak en su ensayo Discordianismo: el Caos es una Diosa:

En 1969 Mal-2 fundó la Cábala Joshua Norton, por el nombre de un vagabundo residente de San Francisco que se declaró emperador de los Estados Unidos y protector de México. Joshua Abraham Norton (1819-1880) nació en Inglaterra y se convirtió en un rico comerciante de arroz en San Francisco. A mediados de la década de 1850 se fue a la quiebra, y volvió a aparecer unos años más tarde, claramente sufriendo delirios, para proclamar su status imperial. Vagaba por las calles vestido con uniforme militar, y era muy querido por la gente de San Francisco. Los restaurantes le daban comida gratis y aceptaban la moneda que Norton emitía por su cuenta; los teatros le reservan plazas para las nuevas producciones; Mark Twain escribió un epitafio para su perro Lázaro en 1863; y asistieron más de 20.000 personas a su funeral. Era políticamente astuto y reconoció la amenaza de la guerra civil entre la Unión y la Confederación en 1860; y en 1869

mostró una extraña premonición cuando ordenó la construcción de un puente a través de la Bahía de San Francisco. La gente se rió de su ridícula propuesta, pero cerca de sesenta años después, el puente entre Oakland y la Bahía de San Francisco se convirtió en una realidad. Hoy en día una placa que rinde homenaje a la sabiduría del emperador: ‘Haz una pausa viajero, y agradece a Norton I... cuya sabiduría profética concibió y decretó la construcción del puente de San Francisco...

Como esta descripción deja en claro, Joshua Norton encajaba naturalmente en el discordianismo, y es honrado como un santo dentro del movimiento por su absoluto desprecio por la realidad externa y el conocimiento recibido, y su compromiso de vivir una vida auténtica de acuerdo a su propia verdad.

El Emperador Norton I 


Sin embargo, los otros santos discordianos no son tan mencionados en la propia ‘literatura discordiana’.

Segismundo Malatesta (1417 – 1468) fue un condotiero, noble, poeta y mecenas italiano. Como condotiero Malatesta ayudó al papado a recuperar tierras y era reconocido como uno de los líderes militares más audaces y capaces de Italia. Pero posteriormente – debido a su alianza con el duque de Urbino – fue excomulgado por el Papa Pío II. En efecto, el hecho de que se lo conozca como “el Lobo del Rímini” es parte de la campaña de desprestigio contra él que esparció Pío II: entre otras cosas lo acusó de incesto, sodomía y otras calumnias, y en una ceremonia sin precedentes en la historia del catolicismo, el Papa lo canonizó como representante del Infierno. Ezra Pound, en sus Cantos, reivindicó su valor como figura histórica – y RAW admiraba la obra de Pound.

Segismundo Malatesta

Guillaume d’Aquitaine, también conocido como Guillermo de Poitiers (1071 – 1126) fue un noble francés y fue el primero de los llamados poetas trovadores; su poesía causó admiración y escándalo en partes iguales. Ezra Pound también lo menciona en sus Cantos, y lo considera como un adelantado a su tiempo. De Wikipedia:

Cuando falleció su padre en 1086, heredó unos dominios más extensos que los del propio rey de Francia, de quien era nominalmente vasallo. En los años 1101 y 1102, participó tardíamente en la Primera Cruzada tras la caída de Jerusalén. Sostuvo varias guerras contra los condes de Tolosa. Fue excomulgado en dos ocasiones, una de ellas por abandonar a su esposa legítima y arrebatarle a la fuerza la mujer a su vasallo el vizconde de Châtellerault. (...)

Fue el primer poeta de nombre conocido en las literaturas románicas. Se conservan 11 poemas suyos, en que la temática amorosa es tratada a veces con gran crudeza: se autodenominaba «trinchador de dòmnas», alardeaba de sus proezas sexuales y muchos de sus poemas están dedicados a su amante, Maubergeonne, a la que llama la Peligrosa.

Guillaume d’Aquitaine


De Chuang Chou o Zhuangzi ya hemos hablado en un par de entradas anteriores (ver entradas de semana 14 y semana 28); se trata de un conocido filósofo taoísta chino que vivió alrededor del siglo IV a.C., y a quienes muchos consideran como un precursor del anarquismo. Es citado generalmente en referencia al famoso ‘Sueño de la Mariposa’.

Zhuangzi 


Por su parte, el juez Roy Bean (1825 – 1903) era todo un personaje del Lejano Oeste: era dueño de un saloon y se autoproclamó juez, llamándose a sí mismo “The Law West of the Pecos” (“la Ley al Oeste del Pecos”). De Wikipedia:

Roy construyó un saloon (en el cual también viviría) al que llamó el Jersey Lily (nombre artístico de una actriz). Colgó un cartel deshilachado de miss Langtry detrás del bar, y sobre la puerta letreros que decían “CERVEZA HELADA” y “LA LEY AL OESTE DEL PECOS”. Desde allí, Roy Bean despachaba licor, justicia y contaba historias, como la de que era él quien había puesto nombre a la ciudad en homenaje a la actriz.

Fue elegido en el cargo en 1884 y reelegido muchas veces.

Sus métodos para impartir justicia eran arbitrarios y cómicos e inspiraron muchas anécdotas e historias extravagantes:

- El equipamiento de su juzgado consistía en un revólver, un libro de leyes y su oso mascota (probablemente inofensivo, pues según parece le encantaba la cerveza).
- Se cuenta que una vez encontró muerto a un hombre que llevaba una pistola y $40 en el bolsillo... y decidió ponerle al cadáver una multa de $40 por llevar un arma oculta.
- No sabía casi nada sobre Derecho; según dicen, pensaba que el habeas corpus era un paganismo. Al celebrar ceremonias de boda, siempre terminaba la celebración diciendo “Y que Dios se apiade de vuestras almas”.
- Uno de los fallos más extravagantes de Bean ocurrió cuando un irlandés fue acusado de asesinar a un obrero chino. Los amigos del acusado amenazaron con destruir el Jersey Lily si lo declaraban culpable. Iniciada la sesión, Bean pasaba las páginas de su libro de leyes buscando un precedente legal. Finalmente, agarrando su rifle proclamó, “Caballeros, la ley es muy explícita por lo que se refiere al asesinato de vuestro compañero, pero aquí no se dice nada sobre el asesinato de un Chinaman (chino, en sentido despectivo). Caso cerrado”.
- Su saloon estaba situado cerca del ferrocarril, donde los trenes paraban 10 minutos para repostar, parada que los viajeros aprovechaban para bajar a tomar una cerveza. Un día, apremiado por la marcha del tren, un viajero pagó su cerveza de 30 centavos con un billete de $20. Viendo que no le devolvían el cambio, se impacientó y trató a Bean de ladrón, el cual igualó las cuentas imponiéndole una multa de $19,70 por insultos a la autoridad.
- En 1896, Bean organizó un combate del campeonato mundial de boxeo entre Bob Fitzsimmons y Peter Maher en una isla del Río Grande City porque los combates de boxeo eran ilegales en Texas. Las noticias deportivas que siguieron difundieron la fama de Bean por todo EE.UU.

Por lo que respecta a Lillie Langtry, nunca llegó a conocerla, aunque él afirmaba lo contrario. Le escribió muchas veces y de hecho recibió respuesta. Por desgracia para él, miss Langtry no visitó la ciudad hasta 10 meses después de su muerte.

La leyenda retrata al juez Roy Bean como a un justiciero sin piedad, muchas veces llamado “el juez de la horca”. Pero este título parece corresponderle mejor a Isaac Parker de Fort Smith, Arkansas, quien entre 1875 y 1896 sentenció a la horca a 160 personas (156 hombres y 4 mujeres). En su libro Judge Roy Bean Country, Jack Skiles afirma que aunque Bean amenazaba con ahorcar a cientos, “no hay indicios de que el juez Roy Bean llegara a ahorcar a alguien”.

Juez Roy Bean


Por cierto, en la página 00060 del Principia Discordia hay una nota que dice “Es una antigua tradición Erisiana el nunca estar de acuerdo acerca de los Santos”.

Luego de mencionar a estos santos discordianos y de describir la decoración del comedor y el menú, Wilson y Shea nos relatan una ceremonia con un mantra – o una serie de mantras – muy singular (pág. 333/4):

Sya-dasti,” cantó Hagbard. “Todo lo que os digo es verdad”.

Sya-dasti” repitió la tripulación, “¡O salve Eris!”. George miró alrededor: había gente de cuatro o cinco razas distintas (dependiendo de cuál escuela de antropología física siguieras) y de cincuenta nacionalidades diferentes, pero el sentimiento de hermandad trascendía cualquier contraste creando una armonía similar a una escala musical.

Sya-davak-tavya,” canturreó Hagbard ahora. “Todo lo que os digo es falso”.

Sya-davak-tavya,” George se sumó, “¡O salve Eris!”

Sya-dasti-sya-nasti” entonó Hagbard. “Todo lo que os digo es sin sentido”.

Sya-dasti-sya-nasti” afirmaron todos, algunos con mofa, “¡O salve Eris!”. (...)

Sya-dasti-sya-nasti-sya-davak-tav-yaska,” cantó Hagbard. “Todo lo que os digo es verdad, es falso y es sin sentido”.

Sya-dasti-sya-nasti-sya-davak-tav-yaska,” replicaron las voces, “¡O salve Eris!”.

Este es un ritual discordiano mencionado en el Principia Discordia (pág. 00059), y Syadasti es el nombre de uno de los 5 apóstoles de Eris (PD pág. 00039); su origen hay que rastrearlo hasta una doctrina del jainismo llamada anekantavada El anekantavada es una doctrina relativista que los jainistas utilizan al razonar para evitar caer en la falacia del absolutismo. Agustín Pániker, en su libro El Jainismo, nos lo explica:

Puesto que ‘la realidad’ tiene montones de cualidades y sus modificaciones pueden ser virtualmente infinitas (...) nadie puede captar completamente lo existente. Se dan demasiadas variables. Sólo podemos escoger un ángulo de visión, y ésta será siempre parcial y relativa. Cualquier juicio que emitamos, debido a la condición de atadura de este mundo, es incompleto. Puede ser válido para la actividad mundana, pero en modo alguno puede abarcar la enorme complejidad de la realidad.

Esta complejidad de lo que existe, que a la vez es unidad y multiplicidad, eternidad y cambio, permanencia e impermanencia, es lo que expresa la famosa doctrina jainista del no-absolutismo (anekantavada). El profesor Kapadia explica su significado como la conjunción de: “no” (an-), “uno” (eka), “lado, fin” (anta) y “doctrina, exposición” (vada); con lo que llega a “exposición de múltiples aspectos”. Quizá una traducción más simple sea la de filosofía de la relatividad... o de la multilateralidad. Como quiera que la traduzcamos, de lo que existe, el anekantavada no puede hacer afirmaciones absolutas. Una cosa, dice el anekantavada, puede caracterizarse simultáneamente por rasgos contradictorios. Las afirmaciones pueden ser ciertas desde un punto de vista, pero sólo bajo ciertas condiciones o limitaciones. Con la doctrina del no-absolutismo el filósofo jainista puede integrar los puntos de vista contradictorios que inevitablemente se dan en las mentes de los atrapados en este mundo. (...)

El talante del anekantavada puede resultar en un eficaz antídoto contra dogmatismos de todo tipo a la vez que puede resultar en un soporte hermenéutico valioso para emitir juicios sobre los demás. La flexibilidad dogmática implícita en el anekantavada puede ser una herramienta sumamente eficaz para el diálogo intercultural. (...)

En referencia a los seis sistemas filosóficos del brahmanismo, la lógica jainista recurre a la vieja parábola – posiblemente budista – del rey que muestra un elefante a seis ciegos de nacimiento. Cada una de estas filosofías es como el ciego que pone sus manos sobre el animal. Uno dirá que la criatura es como un tubo – la trompa –, otro como un abanico – las orejas –, otro como unas columnas – las patas –, otro como una cuerda – la cola –, etc. Cada uno intentará descubrir el todo desde su apreciación limitada y parcial, desde su perspectiva (naya). Yerran la visión (darsana) cuando elevan lo que es una apreciación parcial, un punto de vista limitado, a una verdad absoluta. Toda verdad se limita a las condiciones y la perspectiva escogida y, por tanto, es incompleta. El jainismo considera que las escuelas filosóficas hinduistas poseen una parcela de la verdad, pero cuando se consideran independientemente y cuando pretenden explicar el todo, pasan a ser doctrinas falsas. (...)



Esta doctrina de los puntos de vista (nayavada), posiblemente obra del gran filósofo Mallavadin (siglos V/VI), es un colofón lógico de la doctrina del no-absolutismo (anekantavada). En realidad, lo que hace el jaina al decir que sólo puede hablar de la unidad o de la modalidad de lo existente, es reconocer la limitación del lenguaje y del intelecto. Para superarla, utiliza un método lógico que llama “doctrina de las aseveraciones cualificadas” (syadvada), a veces traducida como “doctrina del quizá”, ya que proviene de syat, “quizá”.

Según esta lógica, una aseveración (naya) sólo es correcta cuando se cualifica con las nociones indeclinables “quizá”, “en cierto sentido”, “en un contexto” (syat) y “de hecho”, “ciertamente” (eva). Esta cualificación viene a reconocer la limitación de nuestro punto de vista y abre la realidad a una pluralidad de dimensiones. De otra forma caeríamos en la falacia del absolutismo.   

La doctrina del quizá en el espíritu del no-absolutismo conduce a la famosa aplicación séptuple del syat, lo que se conoce como “sistema de los siete paralogismos” (sapta-bhangi-naya). Para el lógico jaina, la realidad no se reduce a dos silogismos: el ser o el no-ser. Ni a las cuatro variables de los hinduistas o los budistas. El asunto es mucho más complejo.

Los siete silogismos afirman que una cosa, considerada desde un determinado punto de vista – el de su propia existencia, el de su situación en el tiempo, de su localización en el espacio o el de su estado –: 1) “en cierto sentido, de hecho, existe” (syad asti eva); pero seguidamente puede decir: 2) “en cierto sentido, de hecho, no existe” (syad nasti eva), porque puede enfocarla desde otro punto de vista. Estos dos primeros silogismos son los fundamentales, los que hacen que el syadvada sea sinónimo de anekantavada. Combinando secuencialmente ambas, tenemos: 3) “en cierto sentido, de hecho, existe, y en otro – futuro, por ejemplo –, no existe” (syad asti-nasti eva). Si se quiere expresar una simultaneidad paradójica, entonces: 4) “en cierto sentido, de hecho, es indescriptible” (syad avaktavyah eva).  

El jainista puede sostener el punto de vista vedántico – la cosa es –, el budista – la cosa no es –, el holístico – la cosa es, pero no fue o no será –, o el apofático – que solo puede proponer la indescriptibilidad, pues ¿cómo puede ser que una cosa sea y no sea a la vez? –, sin necesidad de reducirlos a ultimidad. Es la percatación de que las palabras no expresan toda la realidad. Combinando ahora simultáneamente esta indescriptibilidad con la existencia, la no existencia, y la existencia y no-existencia secuencial, obtenemos los tres silogismos que restan: 5) “en cierto sentido, de hecho, existe y es indescriptible” (syad asti avaktavyah eva); 6) “en cierto sentido, de hecho, no existe y es indescriptible” (syad nasti avaktavyah eva); y 7) “en cierto sentido, de hecho, existe y (en otro futuro) no existe, y es indescriptible” (syad asti-nasti avaktavyah eva).

La syadvada o “lógica del quizá” suena bastante a la Maybe Logic de RAW, ¿no? Luego, los autores nos describen una escena que deja bastante perplejo a George Dorn: la abdicación de Hagbard Celine como Epískopo del Lief Erikson (pág. 335):

“¿Quién puede decirme, sin palabras, cuál es la falacia de los Illuminati?”.

Una chica – de no más de quince años, calculó George; era el miembro más joven de la tripulación, y escuchó que había huido de una familia increíblemente rica de Roma – levantó la mano lentamente y la cerró en puño.

Hagbard giró hacia ella furioso. “¿Cuántas veces debo decirles?: ¡Sin engaños! Sacaste eso de un libro barato de Zen, del cual ni el autor ni tú comprenden una maldita palabra. Odio ser dictatorial, pero el misticismo fingido es algo que el discordianismo no puede aceptar. Estás castigada a trabajar en la cocina durante una semana, pendeja engreída”.

La chica permaneció inmóvil, en la misma posición con el puño en alto, y George vio que una leve sonrisa se dibujaba en su boca. Él también comenzó a sonreír.

Hagbard bajó los ojos un segundo, se encogió de hombros y saludó con una reverencia. “Seguiré a cargo de los asuntos náuticos y técnicos” anunció, “pero a partir de ahora ella, la Srta. Portinari, me reemplazará como Epískopo de la capilla del Lief Erikson. Cualquiera que tenga problemas espirituales o psicológicos deberá consultarla”. Cruzó el salón, abrazó a la chica, rió alegremente junto a ella y puso su anillo con una manzana dorada en el dedo de la joven. “Ahora no tendré que meditar todos los días” gritó gozoso, “y tendré más tiempo para pensar”.

De este episodio, Wilson y Shea – a la manera de un koan zen – dicen en el Apéndice Cheth de Illuminatus (pág. 588):

Los lectores que no comprendieron la escena en la que Hagbard abdica en favor de la Srta. Portinari no deben desanimarse. Una vez que la comprendan, deducirán la mayoría de los misterios de todas las escuelas de misticismo.

La verdad es que yo tampoco la comprendo, pero me parece una referencia al Sermón de la Flor del budismo zen, que trata sobre la transmisión directa de conocimiento, o transmisión de prajna; en él Buda se reúne con sus discípulos y – sin mediar palabra – se limita a sostener una flor en alto. Ninguno parece comprender qué estaba tratando de comunicar, excepto un discípulo llamado Mahakasyapa, que sonríe.

Según el zen, el Sermón de la Flor expresa la naturaleza de tathata (talidad) y la sonrisa de Mahakasyapa significa que había recibido la transmisión directa de la sabiduría sin palabras o prajna. Buda le dijo:

Poseo el verdadero ojo del Dharma, la mente maravillosa del Nirvana, la verdadera forma de lo informe, el sutil portal del Dharma que no se basa en palabras o letras, sino que es una transmisión especial fuera de las escrituras. Esto le confío a Mahākāśyapa

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Otro koan zen mencionado en el fragmento de esta semana (pág. 337) es el del ganso adentro de la botella:

Dentro de una botella se introduce un ganso recién nacido. El ganso va creciendo hasta que ocupa toda la botella. Entonces ya es demasiado grande para salir por el cuello de la botella, y ha quedado atrapado. El koan es: ¿Cómo sacar el ganso sin romper la botella y sin matar al ganso?

Al igual que el koan del árbol que cae en el bosque, o del sonido que hace una sola mano al aplaudir, este koan no tiene una respuesta lógica. La historia zen sigue con que el discípulo medita y medita, sin encontrar una solución. Hasta que un día, en un súbito destello de iluminación, exclama “¡el ganso salió de la botella!”.

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Finalmente llegamos a uno de los tópicos más conocidos de Illuminatus: los Fnords.

La primera aparición de la palabra fnord, según nos dice Adam Gorightly en su página Historia Discordia, fue en la cuarta edición del Principia Discordia (1970). Pero en dicho ‘debut’ la palabra aparentemente sólo es una cosa descolgada: aparece al pie de la página 00010, totalmente fuera de contexto – como la mayor parte del diseño caótico de los collages del PD – y no parece tener ningún significado particular. Al parecer fueron Shea y RAW quienes le dieron al fnord el sentido con el que hoy en día lo conocemos: una metáfora de la Cultura del Miedo; el miedo inculcado adrede a la población a través de la desinformación deliberada.



En la novela, fnord es una palabra ‘disparadora’ de miedo y ansiedad; posee estas cualidades porque – según los Mitos de Illuminatus – fuimos programados (o mejor dicho condicionados mediante técnicas hipnóticas) desde pequeños para temerla e ignorarla, lo cual hace que no analicemos en profundidad el conjunto informativo que la contiene, es decir, nos genera aversión hacia la información y el análisis. Joe Malik, gracias a la desprogramación que Hagbard Celine opera en él mediante la hipnosis, logra ver los fnords y recuerda cómo había sido programado para que se volvieran invisibles para él: 

Mi maestro de primer grado escribió FNORD en el pizarrón mientras una rueda con un dibujo en espiral giraba y giraba en su escritorio, giraba y giraba y su voz que decía monótonamente

EL FNORD NO TE COMERÁ SI NO LO VES,
NO VEAS EL FNORD, NO VEAS EL FNORD…

Volví a mirar el diario y todavía podía ver los fnords.

Todo aquello estaba un paso más allá del condicionamiento de Pavlov, pensé. El primer reflejo condicionado era experimentar una reacción de pánico (o síndrome de activación) cada vez que encontrabas la palabra “fnord”. El segundo reflejo condicionado era bloquear lo sucedido, incluso la palabra misma, seguido por un sentimiento de angustia remanente que no podemos explicar. Y, por supuesto, el tercer paso era atribuir esa ansiedad a las noticias del diario que ya de por sí eran bastante malas.

La esencia del control es el miedo. Los fnords provocaban que toda una población estuviera angustiada, atormentada por úlceras, mareos, pesadillas, taquicardia y otros síntomas del exceso de adrenalina. Toda mi arrogancia izquierdista y la apatía por mis paisanos se derritieron, y sentí una lástima genuina. Me di cuenta por qué los pobres bastardos creían en todo lo que se les decía (...) No me extraña que todos odiemos tanto a nuestros profesores: tenemos una idea leve y difusa de lo que nos han hecho al convertirnos en fieles sirvientes de los Illuminati



Por lo tanto “ver los fnords” podría resumirse, como dice David Robertson en este ensayo sobre RAW, en “hacerse consciente de los detonadores emocionales inconscientes con los que los medios de comunicación manipulan la opinión pública”, es decir, tener la capacidad de percibir dicha manipulación y de ver hacia dónde nos quiere llevar el sesgo de la información. Además, el hecho de que sean los maestros los que inculcan a los niños el programa Illuminati de rechazo y miedo a los fnords podría leerse como una metáfora de que en nuestra sociedad la educación no nos enseña a procesar y comprender la información, sino a memorizarla y luego reaccionar ante ella. 

La primera vez que leí Illuminatus, la escena de los fnords me recordó mucho a la película de John Carpenter They Live (1988); en ella, el protagonista, un obrero llamado John Nada (Roddy Piper), encuentra unos anteojos que le hacen ver la realidad sin el filtro del hipnotismo y descubre que todo está repleto de órdenes subliminales: un cartel que a simple vista dice “Viaje al Caribe” – con la imagen de una mujer en una playa –, con los anteojos muestra el texto “cásate y reprodúcete” sobre un fondo en blanco. También ve que el dinero dice “éste es tu Dios”. Las órdenes habían sido colocadas por unos extraterrestres camuflados (que él podía distinguir de los seres humanos gracias a los lentes) que tenían dominada a la humanidad mediante control hipnótico. Dado a que la película es de 1988 e Illuminatus fue publicado en 1975, en su momento pensé que el guionista del film podría haberse inspirado en la idea de los fnords de Wilson y Shea; pero luego descubrí que They Live estaba basada en un cuento de Ray Nelson titulado Eight O’Clock in the Morning, publicado en 1963 en The Magazine of Fantasy & Science Fiction (en este enlace pueden leerlo en español). El cuento no contiene el recurso de las gafas, en él el protagonista es capaz de ver a los extraterrestres y sus mensajes ocultos gracias a que un hipnotista lo ‘despierta’, algo muy similar a la escena de Illuminatus. No puedo asegurar que RAW y Shea conocieran el relato de Nelson, pero dadas las similitudes y la revista en la que fue publicado (The Magazine of Fantasy & Science Fiction era una revista pulp, y Robert Shea era un fan declarado de dichas publicaciones, como podemos ver en esta nota), no sería descabellado conjeturar que tal vez lo hubieran leído y que se inspirasen ligeramente en él para la escena de los fnords; por otra parte, podría ser una sincronicidad asombrosa, ¡algo que suele darse con bastante frecuencia en la biografía de RAW!




[ACTUALIZACIÓN]: hablando de sincronicidades, surgieron dos o tres con respecto a la figura de Ray Nelson. La primera sincronicidad, aunque no tiene nada que ver con la influencia que su relato haya podido tener sobre la escena de los fnords, no puedo dejar de mencionarla y salta a la vista en la entrada sobre él de Wikipedia

Anteriormente había estado casado con su compañera Perdita Lily, quien fue el principal tema de su primer libro, una colección de poesía de 23 páginas llamada Perdita: Songs of Love, Sex and Self Pity

Más sincro: Nelson conoció a varios escritores de la Generación Beat también conocidos por RAW, como William Burroughs y Allen Ginsberg. Otra más: en 1967 escribió una novela en colaboración con Philip K. Dick llamada The Ganymede Takeover; resulta que ¡Nelson era amigo de la infancia de PKD! (RAW habla sobre PKD en la intro de Cosmic Trigger en referencia a la similitud de su experiencia de Sirio y a la experiencia de Dick con VALIS, también conectada con Sirio; RAW y PKD se encontraron un par de veces y mantuvieron correspondencia hasta la muerte de Dick, en 1982). En mi cabeza comenzó a hacerse casi imposible la idea de que Wilson y Shea no conocieran la ficción de Nelson, cuando encontré la frutilla del postre: RAW hablando de él y de PKD en una entrevista de 1992


Ray Nelson iba a colaborar con Phil en una novela cuando Phil murió. Nelson entonces comenzó a tener sueños en los que Phil le dictaba la trama – así que está trabajando en ella ¡y va a publicarla como una novela conjunta!


Ray Nelson


Más allá de cuál fuese su inspiración, este fragmento de Illuminatus me parece realmente genial; ver los fnords, en el mundo discordiano de la novela, parece ser un paso necesario para que el neófito alcance cierto grado en la iniciación, como vemos en páginas anteriores: “Mavis reporta que Saúl también está progresando, y que puede ver los fnords en el New York Times” (pág. 252) o como le dice Hagbard a Joe en el fragmento de esta semana: “es momento de que veas los fnords” (pág. 340). Esto me trae a la mente un pasaje de Cosmic Trigger I, donde RAW cuenta que Jim Garrison quiso involucrar como sospechoso a Kerry Thornley en la investigación por el asesinato de JFK. Analizando las opiniones de los diferentes medios, Wilson tuvo una ‘revelación’, algo similar a ‘ver los fnords’:

Fue entonces cuando realmente empecé a comprender cuán arbitrarias son las construcciones de la realidad creadas por el sistema nervioso del ser humano promedio. La prensa del establishment era 100% anti-Garrison y negaba todas sus acusaciones. La prensa underground era 100 % pro-Garrison y apoyaba todos sus argumentos. En el lenguaje de Leary, todas las señales que podían organizarse en un Gestalt del Garrison “bueno” eran transmitidas libre y omnidireccionalmente en el juego del periodismo under, mientras que todas las señales que sugerían un Garrison “malo”, o incompatible con el Garrison “bueno”, estaban reservadas eficientemente al juego del periodismo establecido.

“Mi Dios”, me dije a mí mismo un día a comienzos de 1968 cuando aquello se me hizo claro, “la izquierda es tan robótica como la derecha” (me disculpo por la ingenuidad, habiendo tardado hasta 1968 para descubrir eso).



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Página 339: “John Dillinger estaba tarareando una canción de su juventud: las campanas de boda separaron a mi vieja pandilla…”

Gene Austin - Wedding Bells Are Breaking Up That Old Gang Of Mine


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Algunas referencias literarias del fragmento de esta semana

Según los Mitos de Illuminatus, Adam Weishaupt – al parecer – fue el responsable del nacimiento de la literatura de horror gótico. En la página 332, vemos que los cuatro Illuminati Primi se reúnen junto a “una tumba donde una vez Adam Weishaupt realizara unos ritos tan extraños que la vibración psíquica que liberó golpeó a todas las mentes sensibles de Europa, provocando una producción literaria decididamente peculiar, como El Monje de Lewis, Melmoth de Maturin, El Castillo de Otranto de Walpole, Frankenstein de la Sra. Shelley, y Ciento Veinte Días de Sodoma de De Sade”.



En la página 336 George dice “No me siento realmente despierto, o iluminado, o lo que sea. Me siento como K en El Castillo: lo vi una vez, pero no sé como volver allí”; se refiere a la novela inconclusa de Franz Kafka, El Castillo.

Y en la página 340 Joe se decepciona al encontrarse a la tripulación del Leif Erikson a bordo del OVNI, en vez de “marcianos o con una delegación insectoide de la galaxia del Cangrejo”; esto de los insectos es una referencia – creo – al Trust de insectos de otra galaxia mencionado en El Almuerzo Desnudo de William S. Burroughs.

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5s y 23s: “cuatro de los cinco Illuminati Primi del mundo” (pág. 332); “ahora era el momento de una quinta danza” (pág. 339); “el patrón dos-tres para completar el cinco” (pág. 340)


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