Lectura de
Illuminatus semana 49
Por Mazzu
Trilogía
Illuminatus
(Desde la página 543 a la 553 inclusive)
Las
revelaciones se suceden a un ritmo fabuloso: “la actriz” nos muestra su
identidad; Joe Malik descubre algo que nosotros ya sabemos pero que los
personajes de Illuminatus ignoran; y
finalmente conocemos la identidad del Relator Incorpóreo...
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NOTA:
si aún no han leído Illuminatus o
todavía no han llegado a esta parte del libro, no sigan leyendo ya que hay
muchos spoilers...
Esta
semana continuamos viendo varios paralelismos entre el Moonchild de Aleister Crowley y el fragmento de Illuminatus sobre la preparación ritual
de ‘la actriz’ para convertirse en una encarnación de la Diosa Eris. En la
entrada de la semana pasada decíamos que gran parte de este ritual se basa en
el ‘destierro’ de todo símbolo que no sea del Dios o la Diosa o espíritu que el
mago desea invocar, algo que – como dice Crowley en Magia(k) en Teoría y Práctica – sirve para enfocar la mente del
mago como si fuera “un complejo sistema mnemotécnico”; en Moonchild leemos:
Un
conjunto especial de habitaciones había sido preparado para su recepción; Pero
Lisa sintió disgusto al descubrir que habían sido arregladas enteramente en
referencia a los gustos y requerimientos femeninos. Un solo diseño de colores
abarcaba toda la suite; blanco, azul y plata. Los tapices, las alfombras, los
mismos cielorrasos, mostraban enteramente esta gama y ninguna otra. Los cuadros
y las estatuas eran de Artemisa, y de ninguna otra diosa; Los objetos del
apartamento eran en forma de media luna, y el único metal en evidencia era la
plata. Allí donde la media luna no servía al propósito, las superficies habían
sido grabadas con estrellas de nueve puntas. Había sólo tres libros sobre la
mesa; eran el Endymion de Keats, el Atalanta en Calidón de Swinburne, y otro
más. En una pequeña estantería había varios otros volúmenes; pero Lisa
descubrió más tarde que todos describían, sugerían, o estaban más o menos
directamente inspirados en la luna. En un incensario de plata, también, ardía un
incienso cuyo ingrediente predominante era el alcanfor. Todo lo presente había
sido diseñado o elegido para que pudiera dirigir la mente de la chica al satélite
terrestre. Posteriormente descubrió que este plan se extendía incluso a su
dieta – debía vivir exclusivamente de aquellos alimentos que los sabios de la
antigüedad habían clasificado como de naturaleza lunar, por sus cualidades
inherentes, o porque tradicionalmente eran sagrados para Diana.
Mientras
que en Moonchild todo está arreglado
para evocar a Artemisa/Diana y la Luna, en este pasaje de Illuminatus todo está diseñado para evocar a Eris/Discordia y la
Manzana Dorada (págs. 543-545):
Luego
de desayunar en su dormitorio (donde todos los objetos y muebles eran dorados y
vagamente redondeados), ella iba al
estudio de Hagbard (donde todo lucía exactamente como una manzana dorada) y
miraba documentales sobre la temprana etapa matriarcal de la cultura griega. (...)
Libros sobre el matriarcado comenzaron a reemplazar a las películas: Madres y Amazonas de Diner, Los Orígenes del Amor y de la Fuerza de
Bachofen, Engels, Mary Renault, Morgan, e Ian Suttie, y dosis equinas de Robert
Graves - La Diosa Blanca, La Diosa Negra, Hércules, Viento del Norte.
(...) El almuerzo siempre culminaba con un apfel-strudel dorado
En
Illuminatus, Sade y Masoch (Calley y
Eichmann – ver entrada anterior) sostenían discusiones dialécticas bien
preparadas y argumentadas que llevaban las ideas a extremos donde “comenzaban a
parecer indistintamente insustanciales”. Cyril Grey, el joven mago protagonista
de Moonchild, realiza un ejercicio
mental similar:
“Parece
como si, para comprender algo, yo estuviera obligado a tomar sus extremos. Veo
lo sublime y lo ridículo a la vez, y no puedo imaginar que uno exista aparte
del otro, al igual que no puede haber un palo con un solo extremo. Así que uso
un punto de vista para equilibrar el otro, como un niño que comienza a hamacarse.
Nunca estoy contento hasta que he identificado una idea con su opuesto. Tomo la
idea del asesinato... una idea sencilla y horrible, pero no me detengo allí,
multiplico ese asesinato y lo intensifico un millón de veces, y luego un millón
de veces más. De repente uno llega a la sublime idea de la Apertura del Ojo de
Shiva, cuando el Universo es aniquilado en un instante, luego me balanceo y lo
vuelvo algo cómico, haciendo que el héroe le haga oler cloroformo a Shiva a
último momento, justo para poder casarse con la hermosa heredera americana. Hasta
que no doy toda la vuelta completa de esa manera, no siento que haya
comprendido la idea en absoluto. (...) Debo percibir la identidad absoluta, incluso de las dos fases contradictorias”.
Otros
ejemplos cortos:
Moonchild:
Allí
las doncellas la desnudaron y la lavaron de pies a cabeza en las aguas de la
sagrada fuente.
Illuminatus:
Ella se estaba
bañando en la tina de rocas
Moonchild:
Era
un encantamiento de fervor y de locura, la locura de las cosas inmaculadas,
remotas e inescrutables.
Illuminatus:
Las invocaciones
se volvieron más salvajes y frenéticas.
Moonchild:
“Las
leyes de la magia(k) están estrechamente relacionadas con las de las ciencias”.
Illuminatus:
“El
condicionamiento está funcionando mejor que la magia” dijo ella el decimoquinto
día. “¿Realmente crees que exista alguna diferencia?” preguntó él con
curiosidad.
Moonchild:
-¡Artemisa,
Artemisa, Artemisa! -gritaron las muchachas (...) En ese momento surgió un gran
grito entre los hombres que estaban esperando en la terraza superior. Era un
grito de miedo abyecto, inarticulado, salvo por la única palabra “Pan”. Huyeron
chillando en todas direcciones mientras Cyril Grey, vestido con una rústica de
piel de cabra, saltaba desde la terraza más alta para caer en medio de ellos.
Illuminatus:
“¡Ven
a mí como Isis, Artemisa, Afrodita, Helena, Hera, y especialmente como Eris!”.
Ella se estaba bañando en la tina de rocas cuando él apareció con sangre de
ciervos y conejos sacrificados en su toga.
En
la página 545 de Illuminatus – cuando
los rituales comienzan a mostrar sus frutos y ella comienza a transformarse en
la Diosa – hay un fragmento donde pasa a través de la identidad de las
diferentes deidades femeninas (que terminan siendo Una):
Ella
dijo la palabra y Hagbard cayó herido - mientras caía hacia delante sus manos
se transformaron en pezuñas y una cornamenta surgió de su cabeza. Sus propios
perros podrían haberlo devorado, y a ella no le habría importado (...) Estaba
surgiendo de las olas, orgullosa de su desnudez, cabalgando sobre las perlas
color semen de la espuma (...) Ella era la Hechicera, recorriendo el largo
Nilo, llorando, buscando los fragmentos del cuerpo descuartizado de él
El
pasaje de la transformación de Hagbard en ciervo para ser asesinado por los perros
es una referencia a Acteón, que sufrió la ira de Artemisa cuando ella lo
descubrió espiándola mientras se bañaba; la Diosa lo transformó en un ciervo e
hizo que los propios sabuesos de Acteón lo devorasen. La imagen de la Diosa
desnuda surgiendo de la espuma del mar es una referencia al nacimiento de
Afrodita. En griego ἀφρός (afrós) significa ‘espuma’; según el mito, Cronos
castró a su padre Urano y arrojó sus genitales al mar, de cuyo semen nació
Afrodita. Y por último, la Hechicera que recorre el Nilo buscando los
fragmentos del cuerpo descuartizado de su amado, no es otra – por supuesto –
que Isis.
El nacimiento de Venus, Gustave Moreau
Finalmente,
en la página 546, los autores nos revelan la identidad de la famosa actriz de
Hollywood que encarnaría a la Diosa en vida (¿o no lo hacen?):
“El
detalle faltante,” continuó ella con calma, “era simular un suicidio convincente. Eso llevó un tiempo. Pero se hizo,
y mi antigua identidad dejó de existir oficialmente”. Ella cambió a su forma
original.
“Oh,
no” dijo George retrocediendo. “No puede ser. Yo solía pajearme mirando fotos tuyas cuando era un niño”.
Todas
las pistas apuntan a que la famosa actriz de Hollywood que simuló su suicidio
para huir con Hagbard no es otra que la mismísima Marilyn Monroe. Si calculamos
la cronología de la historia de Hagbard – en los 50s ayudó a los indios mohawks
a batallar contra el estado por el asunto de la represa (ver pág. 377), luego
renunció a su ciudadanía y se fue a Europa, comenzó a dedicarse al tráfico y
cuando volvió a EEUU. reclutó a Galley y Eichmann – podemos deducir que el
fragmento de la transformación de la actriz comienza a principios de los 60s ya
que Calley y Eichmann o Sade y Masoch ya trabajaban para Hagbard y él ya era
toda una figura en el negocio de la heroína. La actriz le dice a George que
había simulado un suicidio, y (a pesar de la enorme cantidad de evidencia en contra) la muerte de Marilyn en 1962 a sus 36 años fue caratulada como
suicidio. La fecha coincide, el “suicidio” coincide y George – cuando ella
asume su forma ‘original’ – la reconoce como el objeto de su libido
preadolescente (si George tiene 23 en 1976, entonces tenía 9 en 1962). “¿Te
decepciona saber que soy mucho más vieja de lo que pensabas?” le pregunta ella
en la pág. 546 – y, claro, Marilyn habría tenido 50 años en 1976 –.
Además
Marilyn era una figura que Robert Anton Wilson admiraba y escribió sobre ella
en varios de sus libros; en The Book of
the Breast (1974) por ejemplo:
De
acuerdo a la teoría del Inconsciente Colectivo de Carl Gustav Jung, ciertos
arquetipos o símbolos numismáticos se repiten espontáneamente en todos los
pueblos de todo el mundo. Estas imágenes precedieron a la invención del
lenguaje, afirma Jung, y nacen con nosotros como nuestro color de pelo, nuestra
complexión o el resto de nuestro acervo genético. Como señala Joseph Campbell
en Las Máscaras de Dios, esta teoría
aparentemente extravagante tiene bastante soporte en la investigación
etológica. Los pollos, por ejemplo, tienen una imagen innata del halcón en sus
diminutos cerebros: no sólo huirán de un halcón real sino de un contorno de
cartón con forma de halcón si es sostenido sobre ellos en el aire. Cualquier
argumento escéptico de que el miedo incondicional de los pollos a los halcones
es causado por el olor del halcón, colapsa frente a este experimento: es la
forma – una forma que el polluelo recién nacido nunca ha visto – lo que
desencadena inmediatamente la respuesta del miedo. Si tenemos arquetipos
similares (como Jung los llamó), no es una metáfora hablar de Marilyn Monroe o
Raquel Welch como Diosas del Sexo. Estas actrices, mediante un estudio
cuidadoso e intuitivo, han incorporado y proyectado el arquetipo y cumplen,
para nosotros, el mismo rol que Ishtar cumplía para los babilonios, Afrodita
para los griegos, Venus para los romanos, etc.
En Coincidance, Wilson publicó un breve
ensayo llamado The Godfathers and the
Goddess donde se explaya un poco más sobre la diva rubia, diciendo “todavía
lamento su muerte” (Coincidance fue
publicado en 1988) y ampliando el concepto de The Book of the Breast refiriéndose directamente a la “creación de
la Diosa”, casi un guiño a Illuminatus:
La
creación de “Marilyn Monroe” fue una de las mayores proezas artísticas y de
ingeniería de la historia de los EEUU: después de que el logro se hubiera
alcanzado, hubo mucho arte y una astuta psicología para animar al mito con una
mezcla numinosa de inocencia infantil y erotismo maduro y desvergonzado. Una verdadera Diosa había sido fabricada,
como cualquier psicólogo junguiano coincidiría. Detrás de la Diosa había una Actriz
inteligente e intuitiva, y detrás de la actriz estaba Norma Jean (...) Cada vez
que Norma Jean entraba en foco, aparecía la Actriz sosteniendo la máscara de la
Diosa para cegarnos y desconcertarnos.
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Cabalísticamente,
la descripción que la Srta. Portinari hace del Arcano Mayor del Tarot nº XXI,
El Mundo, concuerda perfectamente con la séfira en la que nos encontramos,
Malkuth, el Reino Terrenal:
“Este
es el Abismo de las Alucinaciones. Aquí es donde nuestra atención está enfocada
usualmente. Está construido enteramente por nuestros sentidos y por nuestras
emociones proyectadas, como lo demuestran tanto la psicología moderna como el
budismo ancestral - aunque es lo que la mayoría de la gente llama ‘realidad’.
Están condicionados a aceptarla y a no cuestionarla, porque solamente en ese
estado de sonambulismo pueden ser gobernados por aquellos que quieren
gobernar”.
Estamos
en la parte inferior del Árbol de la Vida, y los personajes están también en el
punto más bajo: literalmente en el fondo del mar. No sé si recuerdan que
hablamos anteriormente sobre dos corrientes dentro del relato de la novela, una
descendente (el relámpago que baja desde Kether) y otra ascendente (la
serpiente que se eleva desde Malkuth); pues bien, desde aquí, en el fondo, el
único camino posible es hacia arriba, es decir, volver al comienzo y completar
el círculo, como la propia Srta. Portinari le explica a Joe Malik:
“Y
eso es todo” dijo Joe. “Veintidós etapas. No veintitrés. Gracias a Dios nos escapamos del número mágico de Simon
por un rato”.
“No”
dijo la Srta. Portinari. “Tarot es un
anagrama de rota, ¿Recuerdas? La t extra te recuerda que la Rueda gira
para recomenzar. Hay un paso vigésimo tercero, y es justo donde comenzaste,
solo que ahora puedes enfrentarlo sin miedo”
Según
la Srta.Portinari, el orden del Tarot está invertido deliberadamente y se lee
desde el Arcano XXI hacia el XX, XIX, etc., hasta llegar al Loco, el Arcano 0,
para volver a comenzar desde el XXI. Leído de esta manera, dice ella, “es la
historia del desarrollo del alma” (pág. 548). Lo interesante es que es una
lectura tan válida como la tradicional (desde el Mago hacia adelante en sentido
numérico creciente), y aquí volvemos a la idea de las dos corrientes y la
completitud del círculo (el 0, el Loco, Uroboros), para volver a comenzar.
Malkuth
también es la décima séfira, y por significar el número 10 “todas las cosas”,
Malkuth es un compendio de todas las séfiroth, de ahí – creo yo – que este segmento
final parezca un resumen de todas las revelaciones interconectadas en el libro.
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Luego
de la lectura de la Srta. Portinari, los protagonistas se hallan en el puente
de mandos del Leif Erikson cuando súbitamente se encuentran con el temible
Leviatán:
“Una
criatura marina invertebrada e inteligente, de tamaño tan descomunal que la
palabra ‘gigantesca’ no le hace justicia” dijo Hagbard. “Es a las ballenas lo
que las ballenas son a los pececillos de colores. Es un organismo diferente a
cualquier otro en la Tierra. Una sola célula que nunca se dividió, simplemente
continuó creciendo y creciendo durante billones de años. Sus tentáculos pueden
sujetar este submarino con la misma facilidad que un niño puede sujetar un
barquito de papel. Su cuerpo tiene forma piramidal. Con ese tamaño, no necesita
la forma normal de un pez. Necesita una forma más estable para soportar las
presiones enormes de fondo del océano. Y, por ende, ha tomado la forma de una
pirámide de cinco lados, incluyendo la base”
Leviatán
se apodera de George y lo utiliza como médium para comunicarse con Hagbard y su
tripulación. En medio de este percance, Joe Malik tiene una revelación:
Joe
Malik comenzó a reír repentinamente. “¡Lo tengo!” exclamó, “¡Lo tengo!”.
“¿Qué
tienes?” preguntó Hagbard tensamente, preocupado por Leviatán.
“¡Estamos en un libro!”.
“¿A
qué te refieres?”.
“Vamos, Hagbard. Puedes engañarme, pero
no puedes engañar a los lectores a esta altura. Ellos saben muy bien que estamos en un maldito libro”. Joe volvió
a reír. “Es por eso que la explicación de la Srta. Portinari sobre el Tarot
simplemente concluyó, y media hora pareció desvanecerse. El autor no quiso
interrumpir la narrativa allí”.
“¿De
qué mierda estás hablando?” preguntó Harry Coin.
“¿No
lo ves?” profirió Joe. “Mira a esa cosa ahí afuera. Un monstruo marino
gigantesco. Peor aún, un monstruo marino gigantesco que habla. Es una broma final, grotesca e intencional. O tal vez,
una broma sutil intencional. No lo sé. Pero esa es la respuesta ¡Estamos en un libro!”.
Joe descubre que
son personajes de un libro. Mi opinión personal es que aquí es donde ocurre el
‘verdadero’ Eskatón: no un Apocalipsis destructivo, como nuestra cultura
occidental suele retratarlo, sino como el significado literal de la palabra Ἀποκάλυψις:
la acción de “descubrir”, “revelar”, “quitar el velo”, es decir, el fin de la
ilusión.
Haciendo
un ejercicio imaginativo, imagino a Shea y a Wilson en una de sus muchas y
extensas charlas cannábicas debatiendo sobre cómo retratar la iluminación a
través de un personaje de una novela: ¿cómo sería la iluminación de un
personaje de un libro? Si consideramos a la iluminación como ‘el fin de la
ilusión’, el ‘descorrimiento del velo’, entonces la máxima iluminación de un
personaje de una novela sería, precisamente, el descorrimiento del último velo
(Apocalipsis) que lo separa del
lector, el derrumbamiento de la cuarta pared: ¡darse cuenta que es el personaje
de un libro!
En
la entrada de la semana 47 hablábamos de los cuatro niveles del Dharma según el
budismo Mahayana, donde el nivel último y superior, ji ji muge, significaba la desaparición de la separación y los
opuestos aparentes: “un mundo sin obstáculos entre una particularidad y otra.
No existe oposición, nada que deba ser unido: es la idea de la interdependecia
mutua simbolizada por la Red de Indra”.
Al
destruirse la ilusión de la cuarta pared que separa al lector de los
personajes, ambos mundos se reflejan, no como en una oposición falaz de verdadero/falso,
o ilusorio/real (o al menos no como solemos interpretarlo) sino como algo
interdependiente: el lector les da vida al leerlos, pero – al mismo tiempo –
son ellos los que lo transforman a él en el lector. Con la ruptura de la
ilusión de la cuarta pared (un recurso no siempre visto con buenos ojos), autor(es),
lector y personajes se funden en una misma rueda que se retroalimenta, como en
la Red de Indra “una red ilimitada de joyas cada una de las cuales refleja y
contiene la reflexión de cada una de las otras”, como dice RAW en Cosmic Trigger II. Este tal vez sea uno
de los pasos necesarios para que el objeto ficticio se convierta en un objeto
hipersticioso: una ficción que se hace real (ver la nota sobre el tema que le
hicimos a Francisco Jota-Pérez para este blog). Y
considerando que la Operación Jodementes se les fue de las manos, que Kerry
Thornley terminó creyendo en muchas teorías conspiranoicas similares a las de
la novela, que RAW fue ‘acusado’ de ser un Illuminatus o un agente de la CIA, y
que Greg Hill dijo “si
hubiera sabido que todo esto iba a hacerse realidad, habría escogido a Venus en
vez de Eris”, casi podemos asegurar que muchos elementos de Illuminatus
se transformaron en objetos hipersticiosos (al menos para sus autores y para
los otros discordianos).
Hagbard
concuerda con Joe y en su razonamiento nos da un indicio que nos llevará a una
nueva revelación:
“Es
verdad” dijo Hagbard con calma. “Puedo engañarlos a ustedes, pero no puedo
engañar al lector. FUCKUP ha estado trabajando toda la mañana, correlacionando
todos los datos de este embrollo y sus raíces históricas, y lo programé para que
lo ponga en forma de novela de lectura fácil. Considerando el lamentable
trabajo que hace con la poesía, supuse
que la novela sería una sátira grotesca, intencionalmente o no”.
Además
de la autorreferencia graciosa, Hagbard nos revela la identidad del Maestro de
Ceremonias, el Narrador Incorpóreo que nos viene acompañando desde la primera
frase de la novela: nada más y nada menos que FUCKUP, la súper computadora que
maneja el submarino de Celine. FUCKUP, tras este descubrimiento, se vuelve
autoconsciente... ¿el nacimiento de la singularidad de la IA?:
Así que, finalmente, he descubierto mi identidad
En
la entrada de la semana 2 comparábamos a FUCKUP con HAL 9000 de 2001, Una Odisea del Espacio. HAL
también se vuelve autoconsciente, pero intenta destruir a los humanos cuando
éstos descubren que ha cometido un error, en cambio FUCKUP no; afortunadamente
para la tripulación del Leif Erikson, FUCKUP se encuentra aparentemente en la
etapa del autodescubrimiento.
Pero
Joe Malik no se contenta con la explicación de Hagbard y va un paso más allá,
incluso rebelándose contra los propios autores, como una especie de Prometeo o
Lucifer: en cierta forma les dice Non
Serviam a Shea y Wilson (o, mejor dicho, Shea y Wilson le hacen decir Non Serviam...
jeje – en la próxima entrada tocaremos el tema del ‘libre albedrío’ implícito aquí):
“Ese
es otro engaño” dijo Joe. “FUCKUP puede estar escribiendo todo esto en cierto
sentido, pero en un sentido más elevado hay un ser, o unos seres, fuera de
nuestro entero universo que están escribiendo esto. Nuestro universo es su libro,
quienes quieran que sean. Ellos son los Jefes Secretos, y ahora puedo ver por
qué es una broma sutil. Todos sus mensajes son simbólicos y alegóricos, porque
la verdad no puede ser codificada en simples frases declarativas, pero sus
comunicaciones previas han sido tomadas literalmente. Esta vez están utilizando
un simbolismo tan absurdo que nadie puede tomarlo seriamente. Yo no lo haré,
por cierto. Esa cosa no puede comernos porque no existe - y porque nosotros tampoco
existimos. No hay nada de qué preocuparse”. Tomó asiento con calma.
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Eso
es todo por esta semana; la semana que viene... ¡llegamos al final de la
novela!