TheIlluminati Papers es una colección de ensayos y escritos
de Robert Anton Wilson publicados por primera vez en 1980. Es como una especie
de recopilación de ‘bootlegs’ o ‘inéditos’ de la Trilogía ¡Illuminatus! (y de su 'otra' trilogía, menos famosa, "El Gato de Schrodinger") donde amplía los pensamientos de los
personajes que, incluso, son autores (como en este caso) de lo que estamos
leyendo. Este recurso no es nuevo; en ¡Illuminatus!
hay varios ejemplos de los personajes como autores (Nunca Chifles Mientras estás Meando, de Hagbard Celine, Telémaco Estornudó, de Atlanta Hope,
etc.), pero siempre es bueno reencontrarse con ellos y leer sus ideas, o las de
su alter ego Mr. RAW…
Traducción: Mazzu Stardust
CAPILLA DEL LIEF ERIKSON, LEGIÓN DE LA
DISCORDIA DINÁMICA, ENSAYO DE OPINIÓN
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La Abolición de la Estupidez
Por Hagbard Celine
Dos hombres eminentemente inteligentes,
R. Buckminster Fuller y Werner Erhard, han propuesto que podríamos y deberíamos
abolir la hambruna para el final de este siglo.
Dicha meta es racional, práctica, y
deseable; por lo tanto es denunciada como utópica, fantástica y absurda.
Deseo proponer una meta similar,
también racional, práctica, y deseable, y que también será denunciada como
utópica, fantástica y absurda.
Sugiero una guerra Mundial contra la
Estupidez.
A pesar de que los estúpidos se
sentirán resentidos con esto, estas ideas van dirigidas a aquellos que no son
totalmente estúpidos, o que no son estúpidos todo el tiempo, es decir, a esos
individuos escasos que tienen momentos de lucidez ocasionales.
Los argumentos de esta Idea
Revolucionaria son los siguientes:
1 – A pesar de que uno suene satírico
al decirlo, este planeta parece estar controlado y habitado ampliamente por
personas nada razonables. Tal vez Voltaire exageraba al decir que para
comprender el concepto matemático del infinito hay que contemplar los alcances
de la estupidez humana; pero la situación es casi tan mala como esa. Para
mencionar algunos ejemplos que he vivido: Hitler asesinó a seis millones de
judíos por “razones” que eran completamente dementes; Joe McCarthy condujo una
loca cacería de brujas contra los comunistas que arruinó a mucha gente inocente
y que nunca logró descubrir ni a un solo comunista verdadero; Anita Bryant, en
este momento, está haciendo campaña con una cruzada que parece salida del siglo
XIII contra los homosexuales; etc.
Casi no es una exageración decir que
millones de seres humanos han sido irracionalmente asesinados como chivos
expiatorios a lo largo de la historia. Ya que todos pertenecemos a una minoría
u otra, cualquiera de nosotros podría ser el blanco de la próxima cacería de
brujas, y si nos queman, no hay nada que la criogenia pueda hacer para
preservarnos.
La estupidez ni siquiera es una
característica exclusiva de los estúpidos; a diferencia del sacerdocio, no
necesitas tener “vocación”. Parece ser una perturbación socio-semántica
contagiosa que, en algún momento u otro, nos aflige a todos. Se pueden encontrar
ejemplos notorios en las vidas de “los Grandes”, tales como Simon Newcomb (el
astrónomo que descubrió a Neptuno) quien “demostró” matemáticamente que era
imposible que algo más pesado que el aire pudiese volar, o la Academia Francesa
negándose a examinar la evidencia de meteoritos durante el siglo XVIII, etc.
(Algunos podrán incluir los intentos continuos de Einstein para refutar el
factor aleatorio de la mecánica cuántica como otro ejemplo de estupidez en una
mente brillante.)
En líneas más generales, como Thomas
Kuhn ha mostrado en La Estructura de la
Revolución Científica, una medida exacta de la extensión de la estupidez
entre los eruditos nos llega a través del hecho de que cada revolución
científica parece saltearse toda una generación. Según la exhaustiva
documentación de Kuhn, este salto generacional parece ser provocado porque los
científicos más viejos casi nunca aceptan un modelo nuevo, por bueno que sea, y
la revolución solo puede ser consumada cuando una segunda generación, con menos
prejuicios, examina los modelos viejos y los nuevos objetivamente y determina
que lo nuevo es más útil.
Entonces si la ciencia, el paradigma de
lo racional, está infestada con suficiente estupidez como para causar este
salto generacional generalizado, ¿qué podemos decir de la política, la economía
y la religión? Los desfases temporales de miles de años parecen ser normales en
esas áreas.
En efecto, fue principalmente la
contemplación de la historia religiosa lo que llevó a Voltaire a concluir que
la estupidez humana se aproximaba a lo infinito. El estudio de la política es a
penas poco más inspirador, y cualquier examen de los debates económicos nos
sugiere con firmeza que los teólogos de la Edad Media todavía están entre
nosotros, operando en una nueva área.
No deseo extenderme más en este tópico,
ya que ha sido ampliamente tratado por Jonathan Swift y Mark Twain, entre
otros. Resumamos el asunto diciendo que la estupidez ha asesinado y encarcelado
a más genios, ha quemado más libros, ha masacrado más poblaciones, y ha bloqueado
el progreso con mucha más eficacia que cualquier otra fuerza en la historia. No
sería una exageración decir que la estupidez ha matado más gente que todas las
enfermedades conocidas por la medicina y la psiquiatría.
Se han ensayado varias curas, por
supuesto. Sócrates creyó encontrar la cura en la dialéctica, Aristóteles en la
lógica, Bacon en el método experimental, durante el siglo XVIII se creyó que
estaba en la democracia y la alfabetización universal, Freud creyó encontrarla
en el psicoanálisis, Korzybski en la Semántica General, etc. A pesar de que
estas invenciones han sido benéficas para algunos de nosotros durante algún
tiempo, no han detenido los rebrotes mundiales de la plaga, y ni siquiera han
abolido completamente los lapsos ocasionales de estupidez de sus practicantes
más versados (incluyendo con énfasis a quien escribe).
2 – Si se pudiera incrementar la
inteligencia, encontraríamos soluciones obvias con mayor rapidez para los
escenarios apocalípticos actuales que nos atemorizan.
(A) Por
ejemplo, si cada científico que trabaja sobre el problema de los recursos
energéticos pudiese incrementar su inteligencia en un factor de dos, el trabajo
a realizar en diez años podría hacerse en cinco.
(B) Si
la estupidez humana general decreciese, habría menos oposición hacia las ideas
y perspectivas nuevas sobre nuestros problemas viejos.
(C) Si
la estupidez decreciera, se derrocharía menos dinero en imbecilidades
organizadas enormes, tales como la carrera armamentista, y habría más dinero
disponible para los proyectos de extensión de la vida humana.
Los mismos argumentos pueden aplicarse
a cualquier otra meta valiosa: la abolición del hambre y la pobreza, encontrar
curas para el cáncer y la esquizofrenia, etc. No hay nada racionalmente provechoso que no pueda lograrse pronto si se
incrementa la razón misma. Esto es virtualmente una redundancia, pero rara
vez consideramos el corolario: trabajar
para adquirir una inteligencia mayor es trabajar para lograr todas nuestras
otras metas.
3 – A pesar de que la dialéctica, la
lógica, el método experimental, la “democracia”, el alfabetismo, el
psicoanálisis, y la Semántica General no han detenido los rebrotes mundiales de
estupidez, han creado ciertas contrafuerzas: enclaves de racionalidad
(comparativa) donde los seres humanos funcionan (comparativamente) con menos
estupidez que la habitual en esta especie de primates domesticados. “Nosotros”,
como especie, hemos aprendido algunas cosas de cada una de estas invenciones.
Aquellos entrenados en dialéctica no
serán engañados por la retórica vacía de los demagogos más vulgares. A algunos,
la lógica nos protege de las modas “intelectuales” (o anti-intelectuales) más
absurdas de la época en que vivimos. El método experimental nos ha demostrado
cómo evitar los escollos de la lógica puramente abstracta y conectar nuestra
teorización con la realidad.
La democracia y la alfabetización han
hecho que estos descubrimientos estén, al menos potencialmente, al alcance de
las grandes masas en vez que en manos de pequeñas elites, aunque siga siendo
cierto que puedes guiar a un tonto hacia la sabiduría pero no puedes hacerlo
pensar. El psicoanálisis nos ha mostrado por qué hasta la persona más
“racional” puede estar sujeta al pensamiento irracional compulsivo. La
Semántica General ha expuesto los reflejos neurolingüísticos que nos dificultan
abandonar un modelo viejo y aceptar uno nuevo, y nos ofrece algunos trucos
bastante útiles para romper dichos reflejos.
Pero apenas ha avanzado la psicología
desde Freud, la psiconeurología desde Korzybski, y la psicología
conductual desde Pavlov. Estamos en el umbral de un gran avance en la
guerra contra la estupidez, como también seguramente estamos cerca de alcanzar
la Extensión de la Vida humana y la Migración Espacial. Los efectos de la
Revolución de la Inteligencia incluso pueden demostrar ser más amplios que los de
los saltos cuánticos de la industria espacial y los de la longevidad.
4 – El Dr. Nathan Kline, que podría ser
llamado conservador en el área de la neurofarmacología (en la misma escala en
la que el Dr. Timothy Leary es radical y el gobierno de EEUU es reaccionario),
ha predicho en su libro Drogas
Psicotrópicas del Año 2000 que dentro de 20 años tendremos drogas para
mejorar la memoria, drogas para borrar recuerdos desagradables, drogas para
aumentar o disminuir las emociones, drogas para prolongar o acortar la niñez,
drogas para ayudar o impedir la conducta maternal, etc. No se requiere de mucha
imaginación para ver que dichos químicos nos permitirán adquirir un mayor
control sobre nuestros sistemas nerviosos de lo que jamás se haya considerado.
Obviamente, la gente usará y abusará
de esas drogas de diferentes maneras, deseables o no, pero los más inteligentes
las utilizarán de la manera más inteligente, es decir, para incrementar su propia
libertad neurológica, para desprogramarse de patrones irracionales, y en
general para expandir su consciencia e incrementar su inteligencia.
El potencial para una revolución
neurológica implícito en tales avances psicofarmacológicos debería ser claro para
cualquiera que tenga un mínimo conocimiento incluso de un psicodélico tan
primitivo como el LSD. (Uno de los hechos menos conocidos sobre el LSD es que
el único proyecto de investigación con dicha sustancia en los EEUU, en el
Spring Grove Hospital de Maryland, probó un incremento de un 10% en la
inteligencia de todos los sujetos; ver Psychedelics
Encyclopedia, de Stafford.)
Walter Bowart ha documentado
exhaustivamente en Operación Control
Mental que la hipnosis con neuroquímicos es más efectiva que la hipnosis
ordinaria; que la terapia conductual con neuroquímicos es más efectiva que la
terapia conductual ordinaria; y que cualquier técnica de alteración mental es
más efectiva con neuroquímicos que sin ellos. La evidencia de Bowart fue tomada
de la malversación o perversión de dichas técnicas por parte del ejército de
EEUU y la CIA en la investigación sobre el lavado de cerebro, pero no hay
motivos por los cuales libertarios y humanistas no puedan utilizar dicho
conocimiento para decondicionar y desprogramar en vez de solo
reacondicionar y reprogramar. Ya han sido dados principios seguros y cuerdos
para ese tipo de expansión mental y liberación de la inteligencia en libros
tales como Programming and Metaprogramming in the Human Biocomputer del Dr. John Lilly, Neuropolitics,
del Dr. Leary, y LSD: The Problem-Solving Psychedelic, de Stafford y Golightly. Nótese que estos libros tratan solamente de
la liberación de la mente vía LSD, pero aquí estamos hablando de sustancias más
precisas y predecibles. (Por favor, relea la última oración).
5 – Si la
psicofarmacología está comenzando a darnos la opción de programarnos,
desprogramarnos, y reprogramarnos a voluntad, estamos entrando a una nueva
etapa de la evolución. Más que el psicoanálisis, la Semántica General, el
Análisis Transaccional, el est (Erhard Seminars Training, Seminarios de Entrenamiento Erhard), o
cualquier otra técnica de alteración mental del pasado, la neuroquímica
representa un verdadero salto cuántico hacia un nuevo nivel de libertad: el
sistema nervioso humano estudiándose y mejorándose a sí mismo, la inteligencia
estudiándose y mejorándose a sí misma.
Para ser aún más específicos y
definitivos sobre el tema, consideremos la encuesta McGraw-Hill de octubre de
1975 sobre la opinión científica en lo relativo a los avances que pueden
esperarse antes del 2000. La mayoría de los neurocientíficos de la encuesta
pronosticaron drogas específicas para incrementar permanentemente la
inteligencia humana (ver No More Dying, de Kurzman y Gordon, pág. 4). Guardé
esto para mencionarlo después de las
predicciones más generales de Kline y así evitar la impresión de que estoy
hablando solamente de incrementar el
tercer circuito del coeficiente intelectual lineal. Hay otros siete tipos de
inteligencia.
6 – Hay un bucle de retroalimentación
directa entre la psicofarmacología y las otras ciencias cerebrales, como la
electro estimulación cerebral (ESB por sus siglas en inglés electrical stimulation of the brain), y
la bio-retroalimentación, etc. Como dice William S. Burroughs “cualquier cosa
que puede hacerse químicamente, puede hacerse a través de otros medios”. Jean
Millay, y otros, han demostrado que el yoga sumado a la bio-retroalimentación
produce el desprendimiento de conjuntos de marcas emotivo-perceptuales de manera
más acelerada que con el yoga solo. John Lilly ha reproducido los efectos del
LSD con sus tanques de aislamiento. Con ESB, José Delgado ha producido muchos
efectos encontrados anteriormente solo con drogas.
Para los alarmistas es trillado
advertirnos que el arsenal completo de neurociencias sinérgicamente
interconectadas que ahora está evolucionando va a permitir que los gobiernos
inescrupulosos le laven el cerebro a poblaciones enteras de manera más efectiva
que nunca. Necesitamos comprender que la misma tecnología, utilizada sabiamente
por hombres y mujeres inteligentes, nos puede liberar de cualquier forma de
rigidez neurótica e irracional, permitiéndonos sintonizar y enfocar nuestros
sistemas nerviosos de manera tan simple como sintonizamos y enfocamos nuestros
televisores, encendiendo o apagando cualquier circuito a elección.
¿Por qué estar deprimido cuando puedes
ser feliz, por qué ser tonto cuando puedes ser listo, por qué estar agitado
cuando puedes estar tranquilo? Obviamente, la mayoría de la gente está
deprimida, es tonta, y se agita todo el tiempo porque no posee las herramientas para reparar y corregir los circuitos
dañados o defectuosos de su sistema nervioso. La Revolución Neurológica
(química, eléctrica, de bio-retroalimentación etc.) nos proporciona dichas
herramientas. Esta Revolución de la CABEZA tiene al Principio del Placer como
combustible. Esto es, cuanto más libertad interna consigues, más quieres; es
más divertido ser feliz que estar triste, más disfrutable elegir tus propias
emociones que padecerlas gracias a los procesos glandulares mecánicos, es más
placentero resolver tus problemas que estancarte en ellos para siempre.
En otras palabras, el Incremento de la
Inteligencia significa la inteligencia estudiando a la inteligencia, y lo
primero que descubre es que cuanto más inteligente te vuelves, más divertido es
el intento de volverte aún más inteligente. (Lo cual es solamente otra forma de
decir que, al menos neurológicamente, cuanta más libertad consigues, más
divertido es trabajar para conseguir una libertad mayor.) Nadie es más
interesante para cualquier persona que ese personaje misterioso al que llamamos
“yo”, lo cual expone por qué la autoliberación, la autoactualización la
autotrascendencia y etc. son los juegos más excitantes que existen. Esta
retroalimentación hedonística explica por qué todos aquellos que han dado el
primer paso en el camino hacia la libertad neurológica nunca pueden conformarse
al detenerse allí, sino que se proyecta hacia el próximo paso, y al próximo y
así hasta la eternidad – o toda la ‘eternidad’ que pueda brindarnos la
Extensión de la Vida humana.
7 – Resumiendo, el Incremento de la
Inteligencia es deseable, porque cada uno de los problemas que confronta la
humanidad es causado directamente, o empeorado considerablemente por la
estupidez prevalente de nuestra especie; es asequible porque los avances
modernos en los campos de lo químico, eléctrico y otras formas de cambio mental
nos están enseñando cómo alterar los reflejos establecidos, condicionados o
aprendidos que previamente nos restringían; es hedonístico porque cuanta más
libertad adquieres, más ventajas ves en buscar más libertad e incluso más
inteligencia. Esto puede acelerar nuestro progreso hacia la Migración Espacial,
la Extensión de la Vida, y hacia otras metas racionales, gracias a la creación
de una racionalidad superior que trabaje en dichos temas; y puede brindarnos el
conocimiento para evitar los resultados “malos” de la Migración Espacial y la Extensión
de la Vida sobre los cuales nos advierten los conservadores.
Al igual que la muerte y la pobreza, la
estupidez ha estado tanto tiempo rondándonos que la mayoría de la gente no
puede imaginar la vida humana sin ella, pero ya se está volviendo obsoleta. A
pesar de que muchos grupos con intereses específicos (políticos, clero,
anunciantes, etc.) puedan beneficiarse con la estupidez, la humanidad como
conjunto se beneficiará mucho más con su abolición. De aquí en adelante,
deberíamos medir nuestros progresos hacia nuestras metas personales, y nuestras
contribuciones al progreso mundial, en términos de ‘cuánto más listo me he
vuelto el año pasado, el mes pasado, la semana pasada, HACE UNA HORA’.
articulo muy inteligente dada la envergadura de su creador, la estupidez es la cosa mas insensata de llevar en uno mismo, siendo cada día mas estúpido que el anterior
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