sábado, 14 de abril de 2012

EL ASTRÓNOMO QUE ABOLIÓ LA GRAVEDAD

Por Robert Anton Wilson

Fragmentos de Cosmic Trigger III: My Life After Death (1995)


EL ASTRÓNOMO QUE ABOLIÓ LA GRAVEDAD

Traducción: Mazzu Stardust

Si alguien posee todos los requisitos necesarios para ser declarado Experto hoy por hoy en América, ciertamente Carl Sagan es quien posee esa eminencia mareante. Mediante apariciones frecuentes en TV y en Parade (una revista de noticias de amplia tirada) desde hace tres décadas hasta ahora, el Dr. Sagan ha emitido veredictos Expertos sobre casi cualquier tema controversial en materia de ciencias, política e, incluso, teología. Y, al igual que los Expertos que autentificaron cientos - o miles - de cuadros de Elmyr, él nunca admitió haberse equivocado siquiera una vez. Uno podría preguntarse por qué un hombre que solamente está capacitado como astrónomo puede funcionar como Experto en todas las materias en general. Bueno, creo que Sagan tiene mucho coraje, y una bien fundamentada confianza en que aquellos que no creen en sus dogmas tienen mucho menos acceso a los medios que él; si sus detractores le responden, sin importar cuán efectivos sean sus argumentos, solo un sector muy pequeño de su enorme audiencia crédula los escuchará. Veamos cómo funciona la Maestría examinando la larga serie de polémicas que mantuvo el Dr. Sagan contra el Dr. Immanuel Velikovsky. Antes que nada: entre todas las páginas que Sagan ha escrito sobre Velikovsky, no hay ni una donde lo llame “Dr. Velikovsky” como yo lo hice. De este modo, la mayoría de la gente que conoce a Velikovsky solamente a través de los ataques de Sagan, desconoce que Velikovsky poseía formación científica. De esta manera el combate parece ser una lucha entre el “Dr.” Sagan, el científico letrado, y el “Sr.” Velikovsky, el laico ignorante. Tretas pequeñas como esa son exitosas a la hora de convencer a los ingenuos, y Sagan nunca pierde la oportunidad de utilizar cada triquiñuela sucia que conoce. En las siguientes líneas revertiré dicho proceso, solo por el placer de hacerlo. Llamaré Sagan a Sagan, y Dr. Velikovsky al Dr. Velikovsky. La salsa para el ganso también sirve para el pavo, después de todo.

Carl Sagan con Immanuel Velikovsky en el debate de la AAAS en 1974.


De manera continua, Sagan afirma directamente que con su teoría de la catástrofe cósmica, Velikovsky intenta revitalizar la añeja religión: “es un intento para validar la religión”… “Velikovsky no solo intenta rescatar la religión, sino también la astrología” (Brocca’s Brain, página 126). Solamente podemos concluir que, o bien Sagan es un lector muy descuidado, o que miente deliberadamente. Una lectura meticulosa de cualquier texto del Dr. Velikovsky revela numerosas expresiones de escepticismo en lo referente a la religión y a la astrología. De hecho, la teoría de la colisión de cometas del Dr. Velikovsky ofrece una explicación naturalista y científica a supuestos sucesos históricos de la antigüedad que la religión prefiere explicar como hechos sobrenaturales o milagrosos. Quien sugiere una explicación naturalista a eventos supuestamente sobrenaturales no está ofreciendo un respaldo real a la religión, ni desde la perspectiva de los religiosos ni tampoco desde la de aquellos con disposición agnóstica. Solamente Sagan - y otros pocos, que parecen no haber leído al Dr. Velikovsky, y obtuvieron el “conocimiento” de su obra a través de Sagan - ve el modelo del cometa como una “validación” de la religión, ya que el Dr. Velikovsky usa un cometa hipotético en reemplazo de un dios hipotético para explicar los reportes de enormes inundaciones y otras catástrofes. La mayoría de nosotros vemos la teoría del Dr. Velikovsky como una hipótesis que, de ser demostrada, demolería otra de las columnas que sostienen el edificio del Fundamentalismo Bíblico. A nadie le parece sensato rendir culto al cometa del Dr. Velikovsky, sin embargo millones de personas todavía rinden culto al dios de la Biblia. En los 30 años, o más, durante los cuales Sagan se ha trenzado en diatribas contra el Dr. Velikovsky, alguien debió señalarle su error fundamental: confundir una teoría naturalista con una sobrenatural. Evidentemente, Sagan tiene problemas para escuchar o para recordar dicha corrección. Para convertirse en líder de los Expertos uno debe actuar como si la opinión de los demás no mereciera la más mínima atención y ni siquiera la cortesía de una respuesta. Por ejemplo, y para dejar descansar un momento al Dr. Velikovsky, consideremos la hilarante teoría de Sagan sobre el “invierno nuclear”. En resumen, la teoría de Sagan sostiene que una guerra nuclear no causaría solamente los horrores que ya conocemos, sino que también provocaría un enfriamiento que acabaría con toda la vida en este planeta (publicó esta noción en Parade, donde su masivo grupo de seguidores pudo leerlo con estupefacción). Su renuencia a aceptar críticas válidas a su historia de ciencia ficción provocó la siguiente reseña en la sección de “Noticias y Comentarios” de la revista Science, publicación oficial de la American Association for the Advancement of Science (16 de enero de 1987):



La negativa de Carl Sagan a admitir el mérito del análisis - conocido como el “otoño nuclear” - del NCAR (National Center for Atmospheric Research, Centro Nacional para la Investigación Atmosférica) ha generado muchas críticas. Una de ellas es la expresada por George Rathjens, profesor de ciencias políticas del MIT “la afirmación de Sagan sobre la irrefutabilidad del modelo del invierno nuclear es el fraude más grande que hemos visto desde hace tiempo”. Russell Seiz, un colega del Centro de Asuntos Internacionales de Harvard, reprocha a Sagan y a sus coautores por mezclar la física con la publicidad.



La mayoría de los científicos con quienes he hablado sobre Sagan comparten este punto de vista oscuro sobre su uso de la publicidad para exponer sus ideas favoritas como Verdades Científicas incluso - o especialmente - cuando un gran segmento de la comunidad científica tiene dudas severas sobre dichas nociones.



Pero volvamos al Dr. Velikovsky y a la cruzada de Sagan en contra de sus ideas: a Sagan le gusta citar a cierto “distinguido profesor de semítica” que le dijo que ningún letrado de estudios semíticos toma en serio al Dr. Velikovsky. Al igual que el “agente de inteligencia” que le informó a Newt Gingrich sobre drogas en la Casa Blanca, este “distinguido profesor” permanece en el anonimato, y cualquier declaración que Sagan haga sobre él sería rechazada en cualquier tribunal civilizado. Sin embargo, tres distinguidos profesores de estudios semíticos han mostrado su apoyo cordial al Dr. Velikovsky: el Prof. Claude F. A. Schaeffer, el Prof. Etiene Droiton, y el Prof. Robert Pieffer. Búsquenlos en el Quién es Quién de los estudios semíticos, la arqueología y la egiptología. Ellos tienen mucho más prestigio en esos campos que el Prof. Anónimo de Sagan, cuyo nombre no figura en ninguna publicación académica (a pesar de recibir crédito por viejas baladas y chistes guarros). Otra muestra del testimonio Experto de Sagan: acusa al Dr. Velikovsky de creer que las culturas antiguas poseían un calendario de 10 meses de 30 días, y un año conformado por 360 días. Por supuesto, 10x30=300: esto le da a Sagan la oportunidad de mofarse de la inhabilidad del Dr. Velikovsky a la hora de manejar la matemática más simple. Correcto, diríamos, ¿no? El único problema con este análisis brillante consiste en el simple hecho de que, nuevamente, Sagan miente consciente y deliberadamente, o revela accidentalmente que no lee con detenimiento. El Dr. Velikovsky dice, específicamente, “el mes era de 36 días” (Worlds in Collision, página 344): 10 meses de 36 días cada uno =360, ¿ven? De acuerdo al modelo del Dr. Velikovsky, el año pasó a tener 365 días (más unas pocas horas) luego del paso del cometa que casi choca con la tierra. Sin importar si eso está comprobado o no, el Dr. no cometió un craso error matemático. Fue Sagan quien cometió un craso error al leer, o leyó creyendo que aquello eran puras patrañas. A continuación, consideremos las altas temperaturas de Venus (4800 C). Como han señalado el Dr. Roger Wescott y otros, el Dr. Velikovsky predijo una temperatura de ese rango para Venus cuando la ortodoxia de la astronomía creía que dicho planeta era mucho más frío. Sagan intenta evitar dar crédito al Dr. Velikovsky por esta confirmación de su modelo afirmando que “muchos” habían pronosticado una temperatura alta en Venus antes de la ratificación. En realidad, solo nombra a una sola persona que hizo tal pronóstico, el Dr. Rupert Wildt, cuyo trabajo no había ganado la aceptación general. Otros intentaron desmerecer las estimaciones correctas del Dr. Velikovsky describiéndolas como “suposiciones afortunadas”. Eso me parece puro cotilleo. Lo mismo podría decirse de cualquier otro científico que haya realizado predicciones correctas y tacharlas de “suposiciones afortunadas”… como dijo Harry H. Hess, presidente de la Sociedad Americana de Geología, en una carta abierta dirigida al Dr. Velikovsky:



Algunos de estos pronósticos fueron considerados imposibles cuando usted los postuló. Todos fueron realizados antes de tener a mano una prueba de que eran correctos. A la inversa, no conozco que se haya demostrado que alguna de sus predicciones haya sido confirmada como falsa.



Pero el chiste final llega en la página 153 de Brocca’s Brain, donde Sagan expresa (y esto realmente merece mayúsculas)



UNA IDEA AHORA EN BOGA, QUE YO SUGERÍ POR PRIMERA VEZ EN 1960, ES QUE LAS ALTAS TEMPERATURAS EN LA SUPERFICIE DE VENUS SE DEBEN AL EFECTO INVERNADERO (el énfasis fue añadido y merecido)



Primero Sagan afirma que el Dr. Velikovsky no merece crédito por pronosticar altas temperaturas en Venus debido a que ya lo sabía todo el mundo, a pesar de que los hechos históricos muestran que solamente el Dr. Wildt había hecho la misma predicción antes que el Dr. Velikovsky. Luego, Sagan miente, o sufre una laguna mental que podría requerir tratamiento neurológico, al aseverar que ni el Dr. Wildt ni el Dr. Velikovsky habían hecho dicho pronóstico (que él mismo señaló antes)… y después afirma descaradamente que él fue el primero ¡Qué performance!, ¿no? Ahora ustedes ya saben como transformarse en Expertos. Mantengan una cara seria y asegúrense de que los medios les proporcionen más cobertura a ustedes que a aquellos que intentan corregir vuestras aseveraciones erróneas. Podría seguir y seguir pero, en cambio, me referiré al libro de Ginethal. Ginethal dilapida cientos de páginas documentando una falacia tras otra - literalmente docenas y docenas de ellas - de la vil campaña de Sagan contra el Dr. Velikovsky. Concluiré con la patochada más dramática y graciosa de Sagan: en varias partes, Sagan incluye la prueba matemática de que la probabilidad de que haya  trayectorias cercanas a la colisión entre un cometa y un planeta son de “un trillón, o un cuatrillón a uno” (1.000.000.000.000.000.000.000.000.000 a 1). Suena diabólicamente improbable, ¿no? El problema aquí yace en el hecho de que Sagan considera a las colisiones como eventos aislados o irregulares, ignorando, por lo tanto, la ley de la gravedad. En efecto, una vez que dos cuerpos celestes cualesquiera se atraen entre sí, tenderán a continuar acercándose periódicamente, de acuerdo a las leyes newtonianas no modificadas por Einstein. Esa periodicidad continuará hasta que otra fuerza gravitacional arrastre a uno de los cuerpos fuera de la atracción del otro. Pregúntenle sobre esto a cualquier profesor de física o de astronomía, si no me creen. Como escribió el Dr. Robert Jastrow del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (New York Times, 22 de diciembre de 1979):



Los cálculos del profesor Sagan, en efecto, ignoran la ley de la gravedad. Allí, el Dr. Velikovsky fue mejor astrónomo.



Robert Bass escribió, incluso con más dureza:



Esta suposición (ignorar la gravedad) de Sagan es tan deshonesta que no dudo en calificarla de fraude deliberado hacia el público, o sino una manifestación increíble de incompetencia o torpeza combinadas con desesperación (citando a Ginethal).



Bien siempre tuve dudas sobre la habilidad de Sagan para pronunciar veredictos fuera del campo de la astronomía. Pero cuando hace cálculos astronómicos e ignora u olvida la gravedad, comienzo a preguntarme sobre su aptitud general…


2 comentarios:

  1. No se si el autor de este blog leerá esto. Bueno, de cualquier manera lo posteo.

    Me resulta un poco contradictorio con el texto no haber incluido esto, a partir del minuto 29 del episodio 4 de Cosmos, de Carl Sagan:

    http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=fNh5_3CBH-0&t=1759

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  2. Bien, lo vi: y mi pregunta es ¿y? creo que no leíste el artículo con atención, ni leíste nada de lo que Velikovsky escribió, sino que solamente tienes una idea (obviamente sesgada, parcial, e incorrecta) de lo que Velikovsky decía gracias a videos como este que Sagan protagonizó (y que tenía mucha más cobertura mediática que Velikovsky)

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