jueves, 30 de julio de 2015

Hacia Una Teoría General de los Sistemas de Creencias (Fragmentos de Cosmic Trigger II, por Robert Anton Wilson)

Fragmentos de Cosmic Trigger II: Down to Earth, de Robert Anton Wilson


Traducción: Mazzu





El Ataque de la Araña Asesina

La primera vez que entré en la Realidad Virtual hubo una Araña Gigante involucrada. No sé qué edad tenía yo en ese momento, pero debió ser alrededor de los cuatro años porque ya hablaba bastante. (...)

Un día en nuestro patio, entre los tomates y las papas, vi una Monstruosa Araña Gigante, casi del tamaño de una casa de muñecas grande o de un pastor ganadero australiano – en otras palabras, casi tan grande como era yo. Me hizo pegar un julepe tremendo y corrí llorando hacia mi madre, gritando cosas sobre aquel Monstruo.

Ella me dio un sopapo y me dijo que no inventara mentiras.

Quedé tan aturdido y dolido que recuerdo aquella experiencia mejor que cualquier otra cosa que me haya pasado antes de que empezara la escuela.

Aquello fue hace más de medio siglo, mi madre ha muerto hace ya más de diez años, y no guardo ningún resentimiento mientras escribo esto. La pobre mujer no supo cómo lidiar con semejante ocurrencia y me hizo callar de la única manera que conocía.

A lo largo de los años, por supuesto, a menudo he reflexionado sobre esta experiencia. Ya que ninguna otra persona en Gerrison Beach reportó haber visto a aquel Monstruo merodeando en su jardín, y que los libros sobre arácnidos nunca han descrito una especie de ese tamaño, supongo que no había una Araña Gigante en nuestro patio. Por otra parte, nunca tuve ningún “episodio psicótico” (a diferencia de muchos escritores que podría mencionar...) y ningún especialista cualificado me ha diagnosticado como esquizofrénico. Solamente puedo concluir, al igual que muchos antropólogos y sociólogos también han concluido, que toda tribu enseña a sus niños cómo ver – que “ver” no es una función solamente de los ojos, sino un trabajo en conjunto de los ojos y el cerebro. Yo vi algo desconocido – algo para lo cual la realidad-túnel de la tribu no tenía una categoría – así que en mi cerebro infantil lo clasifiqué lo mejor que pude, como un miembro excesivamente grande de la familia de los arácnidos, espantando como el diablo a mi madre en el proceso.

Cavilar sobre este proceso mediante el cual toda tribu enseña a sus niños a “ver” el mundo en los términos de su realidad-túnel local, me llevó a licenciarme en psicología de la percepción años después. En resumen, fuese lo que demonios fuese aquello que estaba en el jardín aquel día, eventualmente me empujó a la deriva hacia los océanos embravecidos de de la especulación, lejos de las islitas confortables del dogma en las cuales la mayoría de la gente pasa felizmente la totalidad de sus vidas ovejunas...

A esta altura estoy tan adentrado en las aguas tempestuosas de la ontología gonzo que estoy dispuesto a contemplar la posibilidad de que la Cosa en el Jardín fuera una especie desconocida de arácnido, después de todo – una criatura demasiado elusiva para ser categorizada por los biólogos, como el Nessie o Pié Grande. No me comprendan de manera apresurada – simplemente dije estaba dispuesto a contemplar esa idea. No dije que creyera en ella.

Al igual que una de mis novelas o un film de Orson Welles, este libro intenta mostrar diferentes ángulos de perspectiva, no convertir al lector a una nueva Religión o Ideología.


Engranaje Sincronizado

Uno de los derivados chistosos de la guerra es el pinchazo de la ilusión democrática fundamental. Durante años, el Homo Bobus merodea por la tierra vanagloriándose, cacareando sobre sus derechos divinos, su libertad inalienable, y su sublime igualdad con sus amos. Entonces, de repente, es arrojado a un campo de entrenamiento y descubre que es un esclavo, después de todo – que ni siquiera su vida le pertenece.

- H. L. Mencken, Minority Report



Si Cary Grant estaba celebrando su vigesimoctavo cumpleaños el día que yo nací, entonces la aritmética común – o contar con los dedos, para la actual camada de graduados universitarios – nos asegura que festejó su vigesimonoveno cuando yo celebraba mi primer cumpleaños, su trigésimo noveno cuando yo festejaba mi décimo primero, etc.

A lo largo de la mayor parte de esos años, mientras yo era introducido – para luego salir – en una realidad-túnel católica, Cary estaba filmando una serie de películas tremendamente exitosas y transformándose en un hombre muy, muy rico.

Los marxistas y otros puritanos se alegrarán de saber que Cary también era un hombre desdichado – como dijo después en muchas entrevistas. A pesar de la cantidad de dinero que apilaba, a pesar de la cantidad de mujeres espectacularmente hermosas con las que se acostaba, y a pesar de la cantidad de fans incondicionales que lo trataban como a un Dios, él se sentía vacío y muerto por dentro, repleto de hostilidades que no comprendía. (...)

Este tormento interno es difícil de creer cuando uno ve a Cary en sus mejores trabajos, especialmente en geniales comedias locas como Bringing Up Baby, His Girl Friday, My Favorite Wife, Arsenic and Old Lace. Todos tendemos a confundir al artista con la obra.

Lamento decepcionar a los moralistas, pero esta historia tiene un final feliz: Cary finalmente encontró la respuesta a sus problemas a fines de la década de 1950. Lo repitió a sus entrevistadores una y otra vez. Había hallado la Piedra Filosofal, la Medicina de los Metales, el Oro Alquímico, y al fin era feliz, con la suficiente confianza como para ser padre por primera vez a los 60 años, y con la posibilidad general de reconectar todos sus circuitos neurológicos.

Había encontrado un psiquiatra que implementaba la psicoterapia con LSD... (...)

Cuanto más hablaba Cary sobre esta Droga Milagrosa en las entrevistas, más gente quería echarle mano a la poción mágica. Yo era uno de ellos.



“Y ¿Cómo Está Usted Esta Noche, Sr. Wilson?”


La Obediencia a la Ley es la Libertad
- Cartel sobre la empalizada de la prisión de Fort Dix


Entre 1969 y 1973 tomé mucho más ácido del que admití en Cosmic Trigger I. Para cuando llevaba escrita la mayor parte de ese libro, el Dr. Timothy Leary todavía estaba en prisión por un pobre uso de la primera enmienda, los libros del Dr. Wilhelm Reich habían sido quemados por agentes del gobierno unos pocos años antes, y yo tenía la sospecha aguda, intensificada por Vietnam, de que nuestro Estado Corporativo Liberal era capaz de transformarse en fascista en un nanosegundo si alguien lo desafiaba seriamente.

Ahora soy demasiado viejo como para seguir siendo tímido.

Así que: por entonces yo estaba tomando mucho ácido, y lo combinaba con Pensamiento Positivo y con Magiack Cabalística tradicional. Es decir, para algunos Viajes ponía una cinta hipnótica que repetía sugerencias positivas (“Estoy a cargo de mi mente... estoy a cargo de mi cuerpo... mi mente rebosa de belleza y poder...”)[1], y para otros Viajes utilizaba los ejercicios descritos por Aleister Crowley en Magick in Theory and Practise para entrar a las Realidades Virtuales.

El mayor efecto benéfico de estos experimentos fue que borré varias (no todas) compulsiones neuróticas que acarreaba desde la niñez. Perdí mis ansiedades. Comencé a desarrollar una vida emocional adulta en vez de reprimir emociones detrás de una máscara Racionalista hasta que explotaban periódicamente en su forma más infantil. Me volví tan optimista que realmente irritaba a los ecologistas, los marxistas y otra gente que pensaba que solamente somos “morales” si estamos profundamente preocupados y habitualmente enojados. En vez de considerar los problemas sociales como cánceres a los cuales la humanidad no podría sobrevivir, comencé a verlos como desafíos a ser superados.

Aparte de estos beneficios psicológicos, el mayor efecto “espiritual” del LSD puede ser considerado tanto como un beneficio más o como una maldición terrible, dependiendo del punto de vista de cada uno. Yo comencé a desarrollar una fuerte sospecha de que había, en algún lugar del espacio-tiempo, otro Adepto del Cambio Cerebral, o una Escuela de Adeptos, ayudándome y guiándome. Esto no es inusual en absoluto. En la mayoría de las sociedades humanas, históricamente, los chamanes han utilizado drogas psicodélicas similares y pronto se convencían de que tenían “aliados” que los ayudaban. Incluso un hombre con una larga carrera científica ortodoxa como el Dr. John Lilly confiesa que pensó que había tenido “Guías” sobrehumanos en algunos de sus viajes con LSD.

Mis maestros a veces parecían tener un maldito sentido del humor muy peculiar.

En cierto punto yo estaba casi totalmente convencido de que eran un grupo de adeptos extraterrestres residentes del sistema estelar binario de Sirio. Coincidencias extrañas – o sincronicidades junguianas – comenzaron a acumularse a mi alrededor, apoyando esta teoría.

Más tarde, un “lector psíquico” me dijo que yo estaba “canalizando” el espíritu de un sabio chino de la antigüedad. Entonces aparecían servicialmente coincidencias o “augurios” que apoyaban este modelo.

Luego, otro “psíquico” me dijo que estaba canalizando a un bardo irlandés del Medioevo. A esto le seguían más sincronicidades.

Este tipo de cosas siempre les pasan a las personas que se meten con la Cábala (incluso aunque no usen ácido). El fallecido Dr. Israel Regardie, psicoterapeuta y cabalista, a menudo distinguía dos formas de ver este fenómeno. La teoría objetiva, como él la llamaba, asume una realidad externa para estas “entidades”. La teoría subjetiva, por otra parte, asume que estas “entidades” existen solamente en nuestros cerebros, como anti-egos, o arquetipos junguianos, o algo por el estilo. El Dr. Regardie creía que se consiguen los mejores resultados cuando uno no se compromete con ninguna de las dos teorías sino que simplemente se abre a lo que sea que suceda.

En un punto del camino comencé a preocuparme por la dirección que todo esto estaba tomando y decidí salvaguardar mi cordura eligiendo la teoría subjetiva – todo está en mi mente –, reprimiendo despiadadamente toda tendencia a especular sobre otras posibles teorías objetivas – hay fuerzas sobrehumanas interviniendo aquí... En términos del modelo neurológico de entonces, yo explicaba todo como resultado del hemisferio izquierdo superdesarrollado de mi cerebro aprendiendo a recibir señales del usualmente “silencioso” hemisferio derecho.

(Ahora sabemos que este modelo de hemisferios izquierdo/derecho no explica demasiado, y que el modelo de la consciencia holográfica de Karl Pribram parece más inclusivo. Pero aquí hago referencia a mi estado de ignorancia a mediados de los 70s, antes de que avanzara al estado de ignorancia mucho más complejo que poseo ahora).

Entonces, una noche, yo estaba viendo Harvey en la TV, la comedia sobre el pookah. Uno de los personajes de la historia es un camillero llamado Wilson; dado a que yo había sido camillero y me llamaba Wilson, él atrajo más mi interés que los personajes principales.

El Wilson-de-la-tele era más “escéptico” que los demás sobre el conejo gigante, y comenzó a parecerme como una parodia de mis propios intentos de reducir todo al modelo de hemisferios izquierdo/derecho.

El pookah se abstiene de hacerle trucos sucios a los no creyentes. En cambio, arregla las cosas para que por pura casualidad Wilson conozca a una muchacha que se enamora de él – que es obviamente lo que él necesitaba. Luego, cuando Wilson se entera de que el conejo gigante es un pookah, busca la palabra en un diccionario y lee la definición en voz alta. Dice:

“Un elfo o espíritu de la vegetación de la tradición celta, sabio pero travieso, cariñoso con los locos y ¿Cómo está usted esta noche, Sr. Wilson?”

El Wilson-de-la-tele deja caer el diccionario, y queda con la boca abierta.

El Wilson-fuera-de-la-tele (yo) también tuvo una reacción de asombro.

Pensando sobre el asunto, decidí que Harvey ofrecía el mejor enfoque sobre la Cábala y sus entidades. Desde entonces, cada vez que ocurre algo de Alta Extrañeza, lo caratulo y lo indexo como un conejo blanco de un metro ochenta de estatura del condado de Kerry, que está jugando sus jueguitos conmigo.

Todavía prefiero este modelo a todos los demás, porque no hay forma de que yo o cualquier otra persona cuerda lo tome de manera literal.


Somos Mejores Creyendo

Los generales son casos fascinantes de atrofia del desarrollo. Después de todo, todos queremos ser generales a los cinco años.
- Peter Ustinov


Volvamos a la Araña Gigante –

Un proverbio popular dice “ver para creer” pero, como señaló una vez el filósofo Santayana, los seres humanos somos mucho mejores creyendo que viendo.

El bucle de retroalimentación entre nuestros ojos y nuestro cerebro, mediante el cual interpretamos y “proyectamos” (en el sentido freudiano) cuando pensamos que estamos solamente observando, crea problemas peores que los pookahs o las Arañas Gigantes – problemas que ni la psicología ni la filosofía han resuelto aún. Como remarcó una vez Charles Fort, si no tenemos un concepto para “caballo”, un hombre puede pasar por la calle con una docena de caballos y todo el mundo vería... otra cosa.

Personalmente pienso que este factor evade la mayor parte del razonamiento tanto de los creyentes como de los desmitificadores en materias como la “realidad” de los poltergeist, Pie Grande, el rostro de Marte, o los OVNIs. En muchos casos anómalos o “paranormales”, sospecho que la gente está viendo algo como los caballos sin tener un concepto para “caballo” para explicarse a sí misma qué es lo que está viendo.

En otros libros he mencionado un ejercicio que realizo a menudo en mis seminarios, en el cual se les pide a los participantes que describan la sala por la cual habían pasado para entrar al salón de reunión. Nunca hay dos personas en el grupo que describan exactamente la misma sala – y he hecho este experimento miles de veces. Todos creen estar en “la misma sala”, pero en realidad cada uno está en su propia realidad-túnel.

Una vez, cuando recién comenzaba a implementar este ejercicio, pensé que podría recibir respuestas más interesantes y dramáticas si “retocaba” un poco la sala. Coloqué un poster de la Playmate del Mes en la pared, pensando que todo el mundo reaccionaría de manera tan intensa que difícilmente verían las otras cosas. Para mi estupor nadie vio a la hermosa mujer desnuda en absoluto...

En serio. Los hombres no se babearon con ella. Las mujeres no se quejaron de “sexismo”. Ella simplemente no existió para ellos.

Las preguntas revelaron que todos en el grupo pasaban por esa sala una o más veces por día. Simplemente habían dejado de mirar porque “sabían” qué era lo que había allí.

(Esto explica mucho sobre la conducta humana. La próxima vez que usted note comportamientos de estupidez conspicua, trate de ver si el sujeto simplemente ha dejado de mirar porque piensa que “sabe” lo que hay allí).

Si hubiese habido una Araña Gigante en la sala, tal vez nadie la hubiera visto salvo algún niño pequeño.

No comprenderán el punto de esto a menos que lo conecten con otros dos fragmentos de información, a saber:

(1)   Los médicos victorianos creían firmemente que los niños no tenían impulsos sexuales y se escandalizaron cuando Freud “descubrió” que sí los tenían; muchos doctores respetables lo denunciaron como “pervertido”, “charlatán”, o incluso como “lunático”.
(2)   No tenemos ninguna garantía en absoluto de que factores igualmente importantes y obvios sean descartados de nuestras percepciones por nuestros dogmas actuales.




En Algún Lugar Sobre el Arco Iris

“¡No le presten atención al hombre detrás de la cortina!”
- Oz el Omnipotente


Podrán ver que nunca me olvidé de la Araña Gigante – y también recuerdo todavía la segunda vez que entré a la Realidad Virtual. Yo tenía cinco o seis años en ese momento y mis padres me habían llevado a ver una película maravillosa llamada El Mago de Oz. Hacia el final del film había una escena en la cual la Malvada Bruja del Oeste, montada en su escoba, escribía en el cielo como esos misteriosos aeroplanos que yo me había acostumbrado a ver. Los aviones siempre escribían el mismo mensaje extraño e inescrutable, tan enigmático para mí como cualquier cántico “inhumano” de algún cuento de Lovecraft – I.J. FOX PIELES FINAS PRECIOS BAJOS – pero la Bruja escribió algo bastante diferente y absolutamente aterrador. Puso:

RÍNDETE
DOROTHY

Yo estaba tan asustado que rompí en llanto. A mis padres les costó mucho calmarme, y debo haber irritado a todos los adultos presentes en el cine. Hoy, más de 50 años después, comprendo mejor qué fue lo que pasó. Sentado en la oscuridad y mirando a la pantalla, yo había cruzado la línea entre la “realidad” y la “fantasía” – una línea que para un niño no es tan firme como lo es (o parece ser) para un adulto. El peligro de Dorothy, allí en la pantalla, era más real que mi seguridad en la sala oscura. Esto puede o no cumplir con los requisitos de una experiencia de impronta en el sentido lorenziano, pero fue traumática en el sentido freudiano. Incluso hoy, mientras tecleo las espeluznantes palabras “RÍNDETE DOROTHY” siento que me recorre un reflejo de estremecimiento.

Bien, unos pocos años después yo ya podía distinguir entre las películas y la realidad “real”. Vi al monstruo de Frankenstein sembrando el caos entre los aldeanos, a la Momia acechando a sus víctimas entre las pirámides, a Lon Chaney Jr. convirtiéndose en hombre lobo y ninguna de estas cosas me engañó. Me divertía ver a los niños más pequeños que gritaban durante estas películas, o que cerraban los ojos “en las partes de miedo”. Sin embargo – sólo mi ego consciente, o lóbulo frontal, era inmune a la hipnosis. Yo todavía saltaba cuando el director jalaba una escena chocante.

Observando a las audiencias adultas de hoy en día, las cuales no creen literalmente en Indiana Jones o en el Templo de la Perdición, ni en Batman y el Guasón, veo que sea lo que sea que creen saber, partes de sus cerebros y de sus cuerpos todavía entran fácilmente en un estado de hipnosis. Esa es la razón por la que resollan, se encogen, respiran fuerte y tienen otras reacciones adrenalínicas similares cuando las cosas se ponen feas allí en la blanca pantalla de la brujería. También puedo ver estas reacciones neuroquímicas en mí mismo, por supuesto.

Solo una pequeña parte de nuestros cerebros, o de nuestros “egos”, es capaz de resistir a las ilusiones o mentiras de un buen artista. Apostaría a que nadie puede ver Alien sin dejar escapar de sus labios al menos un sonido de temor o de angustia durante esa “ordalía”... la cual consiste solamente en ver fotogramas proyectados en una pantalla, fotogramas que cuentan una historia que nadie cree de manera literal...

Un cine es el mejor lugar para aprender el verdadero significado de la parábola de Platón de los prisioneros en la cueva, que aceptan las sombras como la realidad. Todo artista que nos mueve, desde un director de cine a Beethoven o Shakespeare, tiene algo de hipnotista.

En este sentido, ese aparato aparentemente estúpido y mecánico que llamamos “sociedad” debería clasificar como el mejor artista (o hipnotista) del planeta. Por ejemplo, cuando yo ya iba a la escuela y me sentía superior a los niños que cerraban los ojos durante las “partes de miedo”, yo estaba entrando en un profundo trance hipnótico creado por otra Realidad Virtual llamada lenguaje. Esta hipnosis era una pesadilla aún peor que la Malvada Bruja del Oeste, la Momia, el Hombre Lobo, o cualquiera de su clase, pero me hizo ser un “miembro de la sociedad” (...)

Mis padres me pusieron en una escuela católica. La primera lección que aprendí fue que yo era pobre. La segunda lección fue que las monjas podían ser mucho más aterradoras que la Malvada Bruja del Oeste.



La Voz Silenciada

Arlen una vez me señaló que los doctores victorianos anteriores a Freud que creían que los niños no tenían impulsos sexuales... eran todos hombres.

Parece improbable o casi imposible que las mujeres no supieran nada sobre los juegos sexuales de los infantes y los niños. Las mujeres pasan muchísimo tiempo junto a los niños, tanto como madres así como hermanas mayores que son asignadas a “cuidar a los más pequeños” cuando mamá está ocupada.

Mi madre, por ejemplo, nunca escuchó sobre Freud (puedo asegurarles eso) pero sabía que los niños tenían vidas sexuales. Una vez la escuché hablando sobre la masturbación infantil con otras madres, cuando ella no sabía que yo estaba escuchando.

La única forma en que los doctores victorianos mantuvieron su ignorancia fue declarando a las mujeres parte del conjunto de “toda la gente que no tiene nada que decir que nosotros necesitemos escuchar”. Toda sociedad tiene dicho conjunto, y desde el ascenso del patriarcado en la Edad de Bronce, las mujeres usualmente han sido parte de él.

Aquellos hombres que piensan que “están” “liberados” porque han comenzado a escuchar a las mujeres, todavía tienen un gran conjunto de “toda la gente que no tiene nada que decir que nosotros necesitemos escuchar”.

En este momento, por ejemplo, todo el mundo en Estados Unidos considera a los iraquíes como parte de ese conjunto. En efecto, los reportes desde Irak de la CNN han sido ampliamente denunciados, ya que contienen información que los estadounidenses no quieren escuchar – en especial información sobre qué siente otra gente sobre Estados Unidos mientras las bombas estadounidenses continúan cayendo sobre ellos hora tras hora, día tras día. Los iraquíes, al igual que otras innumerables naciones que han tenido esta experiencia educacional de estar bajo el bombardeo de los EEUU, pertenecen al conjunto de toda la gente que no tiene nada que decir que nosotros necesitemos escuchar.

El Dr. James DeMeo (...) tiene una bibliografía disponible que consta de más de 400 artículos académicos de más de 100 científicos que han replicado algunos de los experimentos “orgónicos” del Dr. Wilhelm Reich. Todos esos científicos pertenecen al conjunto de toda la gente que no tiene nada que decir que la Asociación Médica Estadounidense sienta la necesidad de escuchar.


Hacia Una Teoría General de los Sistemas de Creencias

Un gobierno libre con un poder de conscripción militar descontrolado es la contradicción y la tontería más ridícula y abominable que alguna vez haya cabido en la cabeza del hombre.
- Daniel Webster, discurso en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, 14 de enero de 1814


Mi tesis doctoral para la Universidad de Paideia (1980), tenía el estentóreo título de “La Evolución de los Circuitos Neuro-Sociales; Una contribución a la Sociobiología de la Consciencia” (realmente tiene un verdadero tufillo académico, ¿no es así?)

El tema principal de esta tesis, al igual que en la mayoría de mis libros, consistía en tratar de comprender cómo emergió algo tan complejo como la sociedad humana de las manadas de primates ordinarios – mamíferos apenas más inteligentes que los lobos o que las ratas. Mi tesis sostenía que el lenguaje y la hipnosis forman la base sobre la cual los seres humanos crean mundos de consciencia y de fantasía como ningún otro animal parece capaz de hacerlo.

Es decir, sin importar cómo haya aparecido el lenguaje – y yo considero que representó el equivalente evolutivo a un salto cuántico – éste le permitió a la gente hacer lo que ningún otro animal conocido parece hacer: concretamente, visualizar y/o verbalmente “contemplar” algo que no está presente ante nuestros sentidos. Esta fantasía, reflexión, o deliberación nos permite comparar lo imaginado con lo experimentado.

Los animales sólo sufren el dolor físico; los humanos sufren de dolor físico y de un dolor psicológico adicional del pensamiento (construcción verbal), “yo no debería estar sufriendo así”.

Esto nos hace luchar por el progreso social, por mejoras en la medicina, etc., pero también nos hace sentir la misma sensación de “injusticia” o “incorrección” cuando no se puede hacer nada concreto para aliviar el dolor.

En resumen, sin el lenguaje tendríamos menos sufrimiento y no tendríamos progreso.

Recordemos también que lo imaginado contiene grandes cantidades de deseo y de terror – lo que queremos y lo que tememos. Así, a diferencia de nuestros parientes chimpancés y babuinos – independientemente de lo inteligentes que sean –, sólo los seres humanos pueden sentir añoranza por cosas que nunca existieron fuera de su juego lingüístico (por ejemplo sus “opiniones”) y pueden irritarse mucho con el mundo por ser menos agradable que dichas fantasías. También pueden asustarse a sí mismos y asustar a otros con otras construcciones verbales que nunca han aparecido en la experiencia sensorial.

Por lo tanto, el estado de “vivir en una fantasía” o de “tener un viaje mental” de ninguna manera es inusual y no es típico solamente de los intelectuales bien alimentados que ocupan puestos académicos. Todo el mundo lo hace hasta un punto ciertamente alarmante. Los seres humanos nunca lidian con la experiencia cruda como lo hacen otros animales; lidian con la experiencia filtrada a través de lo que el Dr. Timothy Leary llama ‘realidad-túnel’ o lo que los sociólogos llaman ‘cuadrícula’ o ‘glosa’ – un sistema de creencias. Cada sistema de creencia (o BS[2], por sus siglas en inglés[3]) colorea la experiencia de manera diferente, rosa rococó o negro lúgubre, o con algún sabor personal único.

Todos podemos ver cómo los sistemas de creencias de otras personas las ciegan y las vuelven “estúpidas” a veces, pero nos cuesta mucho notar que nuestros propios sistemas de creencias hacen lo mismo con nosotros. Esto es lo que los antropólogos llaman aculturación.

Siguiendo a Gurdjieff, yo prefiero llamarlo hipnosis. Cada cultura sobre este planeta – desde los aborígenes de la Edad de Piedra en África hasta los paisanos del condado de Kerry que aún parecen vivir en la Edad Media, desde el mundo artístico parisino hasta el mundo agnóstico de Oxford, desde los republicanos de Ohio hasta los musulmanes fundamentalistas iraníes, desde los fanáticos de la ciencia ficción hasta los neo-paganos y “brujas”, desde los budistas tibetanos hasta el Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones de lo Paranormal – representa un caso de hipnosis grupal por los sistemas de creencias.

Es decir, cuando fui enviado a la “escuela” para ser “educado” significa que fui hipnotizado para entrar en la realidad-túnel de mi tribu.

Como indiqué antes, la respuesta emocional a las películas de Indiana Jones demuestra que es notablemente fácil inducir al menos una hipnosis parcial en los primates domesticados.

Todos los políticos saben cómo inducir la hipnosis, y muy poca gente en el planeta entero sabe cómo des-hipnotizarse a sí misma.

El mundo no es gobernado por hechos o por la lógica. Es gobernado por los sistemas de creencias.

Si en una sala uno reúne a un grupo compuesto por católicos irlandeses, banqueros alemanes, intelectuales franceses, sacerdotes hindúes, republicanos del condado de Orange, burócratas rusos, nudistas, budistas, y cienciólogos, ninguno de ellos será capaz de entender a ninguno de los otros excepto de manera vaga y distorsionada. Sus sistemas de creencias interferirán en sus sistemas ópticos-cerebrales y torcerán toda la percepción.



¡Importante! ¡Leer Detenidamente!

Lo que he estado diciendo – la lección importante de este libro – puede ser puesta en dos imperativos simples:

  1. Nunca crea totalmente en el sistema de creencias de cualquier otra persona.
  2. Nunca crea totalmente en su propio sistema de creencias.

Estas formulaciones son mías, pero la idea básica aquí, por supuesto, deriva de Gautama Buda.

Si uno no conserva cierto zeteticismo[4] sobre todas las ideas, sin importar cuán atractivas sean, uno entra en la hipnosis, como yo entré en la hipnosis cuando fui enviado a una escuela católica para ser “educado” por las monjas – un montón de mujeres ignorantes tan profundamente hipnotizadas que quedaron mentalmente discapacitadas de por vida.

En una historia famosa, le preguntan al Buda:

“¿Eres un Dios?”

“No” respondió él.

“¿Eres un santo?”.

“No”.

“¿Entonces qué eres?”.

“Estoy despierto”

Quería decir que era capaz de ver quién era, dónde estaba, y qué sucedía a su alrededor, porque ya no estaba cegado por los Sistemas de Creencias.









[1] Alguna gente desaprueba este tipo de autosugestión. Esa misma gente a menudo se hace a sí misma continuas sugerencias negativas durante todo el día (“no puedes ganar... los chicos grandes están confabulados contra nosotros... siempre la cago”) y por consiguiente viven en la desgracia. Yo robé estos programas Altamente Positivos de la Ciencia Cristiana, el Curso de Milagros, Cómo Ser Popular, Cómo Hacerse Rico, etc. etc. y algunos de ellos funcionaron maravillosamente y otros necesitaron más esfuerzo. En líneas generales, soy mucho más feliz ahora que antes de comenzar estos experimentos.
[2] Le debo esta deliciosa abreviación a David Brown, autor de Brainchild (New Falcon Publications, 1988)
[3] Nota del traductor: con lo de “deliciosa abreviación” RAW hace referencia a una broma implícita en la misma; en inglés BS es utilizado como abreviatura de “bullshit”, palabra jergal que significa mentira, patraña, o como diríamos en Argentina “bolazo”. RAW encontraba gracioso que “Belief System” (sistema de creencias) y “Bullshit” (bolazo) compartieran la misma abreviatura “BS”
[4] Un término de la filosofía de la Antigua Grecia resucitado por el Dr. Marcello Truzzi, porque el término similar “escepticismo” había sido previamente acaparado por ciertos dogmáticos tercos. Los denominados escépticos modernos aceptan los dogmas del Establishment reinante y son cínicos solamente con respecto a las ideas nuevas, originales, o heréticas. Los zetéticos son escépticos con respecto a todos los dogmas.

martes, 28 de julio de 2015

DIOS ES ATEO (por Robert Anton Wilson)


Traducción y comentario: Mazzu




A finales de 1970, un fan de la ciencia ficción llamado Arthur Hlavaty comenzó a publicar un fanzine denominado The Diagonal Relationship. La costumbre de este fanzine de ciencia ficción era enviar una copia a quienes estuvieran dispuestos a escribir una carta de comentario. Robert Anton Wilson escribió una serie de cartas comentando las publicaciones (pueden verse aquí); en esta carta en especial, Bob comenta sobre un debate que lamentablemente no tenemos a disposición y que sólo menciona de pasada (sólo poseemos la carta que él escribió), pero aprovecha para aplicar el humor swiftiano - que tanto adoraba - a una falacia lógica... como él mismo decía: “siempre me pareció hilarante la ‘guerra panfletaria’ que mantuvo Jonathan Swift con el astrólogo Patridge, donde discutían si Patridge había muerto o no el día predicho por un astrólogo rival, Isaac Bickerstaff (‘Bickerstaff’ suena mucho al propio Swift operando tras una máscara como era usual) A pesar de que Patridge insistía vehementemente en la continuidad de su vitalidad, el argumento de Swift, un modelo de la sutileza celta, sostenía que el hecho de que un hombre afirmara que no había muerto y que incluso así lo creyera, no implica, lógicamente, que nosotros debamos dar crédito a su testimonio sin pruebas que lo corroboren. Aquello dejó sin palabras al pobre Patridge... ¡nunca discutas con un intelectual dublinés!”

Carta de RAW a The Diagonal Relationship #13, 1980

I. Un ateo es alguien que está muy seguro de que no existe una Inteligencia Superior; si tiene alguna duda al respecto, usted no es un ateo, sino un agnóstico. Dios, por definición, es el único ser que puede estar bastante seguro de que no hay una inteligencia superior a Él-la. Por lo tanto, Dios es el único ateo verdadero.

El resto debe ser teísta o agnóstico.

II. Berkeley dice que el universo está dentro de la mente de Dios. Jesús dice que el reino de los cielos está dentro de nosotros. Si y sólo si tanto Berkeley como Jesús están en lo cierto, yo estoy dentro de Dios y Dios está dentro de mí.

Berkeley y Jesús deben estar en lo cierto ya que:

III. En los más altos estados místicos, en todas las religiones, los místicos experimentan la unidad con Dios. Pero ya hemos visto que Dios es ateo. Por lo tanto, el místico solo puede escapar al teísmo y al agnosticismo y convertirse, como Dios, en un ateo. Esto es posible tornando lo de adentro hacia fuera.

IV. En una cinta de Moebius o en una botella de Klein, el interior está fuera y lo de afuera está adentro. El mismo giro se produce en la música, el arte y las matemáticas, como demuestra Hofstadter en el mejor libro de nuestra década, Gödel, Escher, Bach. Por lo tanto, si y sólo si Dios es semejante a una cinta de Moebius, a una botella de Klein, a la prueba de Gödel, a las pinturas de Escher, y a las fugas de Bach, puede que tanto Berkeley como Jesús tengan razón, y Dios está adentro y afuera al mismo tiempo

V. En la geometría euclidiana, el interior y el exterior no son intercambiables. Por lo tanto, Dios está adentro o afuera - y el debate de Lambert-Weishaupt se puede decidir por un lado o el otro - si y sólo si Dios está limitado por la geometría euclidiana. Pero un Dios limitado no es Dios. Por lo tanto...

VI. El panteísmo en realidad es ateísmo con un nombre más elegante, como concuerdan todos los críticos del panteísmo. Pero las más altas formas de teísmo, como el Vedanta, son  panteístas dado el muy lógico argumento de que Dios debe incluir todo, o de lo contrario Dios sería limitado, y un Dios limitado no es Dios. Ya que la más alta forma de teísmo es el panteísmo, y el panteísmo es indistinguible del ateísmo, la forma más elevada del teísmo es el ateísmo.

VII. Puedo conocer realmente bien la mente de un solo Creador: yo mismo. En El Gato de Schrödinger, me incluí como un personaje del libro, pero al mismo tiempo también estaba afuera del libro como su Creador. Por lo tanto, el único Creador que conozco bien está tanto adentro como afuera de su obra al mismo tiempo.

VIII. Cuando Dios realmente, o supuestamente, escribió un libro, se incluyó en él como personaje. Si un Creador es semejante a otro Creador, Dios evidentemente quería que entendiéramos que Él está adentro y afuera a la vez.

IX. Cuando Dios real o supuestamente escribió un libro Él se incluyó como el personaje del villano, como todo lector inteligente ha notado. (Esta es la razón por la cual los gnósticos y William Blake, entre otros, han negado que Dios haya escrito el libro y afirman que Satán lo escribió para desacreditar a Dios.) Pero si Dios sí lo escribió, el retrato de sí mismo como un monstruo sádico debe ser un intento de asustarnos o una broma muy sutil. Puesto que Dios no querría asustarnos, debería ser una broma. Puesto que Dios es tanto ateo (no reconoce ninguna Inteligencia Superior) como místico (es uno con sí mismo), la broma debe ser de una naturaleza tal que sólo pueden entenderla aquellos que son ateos y místicos a la vez.

X. Dado que sólo el místico es uno con Dios – que es ateo - todos los demás, como se ha demostrado anteriormente, deben ser agnósticos o ateos. Pero el teísta afirma conocer algo que no ha experimentado; si lo hubiera experimentado, sería, como Dios, un ateo. Por lo tanto, para aquellos que no son místicos, la única alternativa honesta, modesta, y lógica es ser agnósticos.

XI. Según el cristianismo literal, Jesús era Dios y era hijo de María; el Espíritu Santo es Dios y el marido o, al menos, quien preñó a María. Por lo tanto, Dios es su propio padre. Pero Dios es también el padre de toda la humanidad, incluyendo a María, así que Dios es el padre de su madre, y por lo tanto es su propio abuelo. Si Dios está adentro y afuera al mismo tiempo, es ateo, y es su propio padre y abuelo, cualquier intento de razonar acerca de Dios debe dar lugar a paradojas y contradicciones.

El lector reflexivo observará que estos argumentos son bastante lógicos, y totalmente delirantes. No afirmo que sean verdaderos, sino simplemente que son – al menos – tan lúcidos como cualquier otro escrito sobre Dios producido por la mente humana hasta la fecha.