Lectura de
Illuminatus semana 50
Por Mazzu
Trilogía
Illuminatus
(Desde la página 554 a la 561 inclusive)
Conocemos
más sobre la naturaleza de Leviatán y sobre FUCKUP; se revela un último
misterio: la verdadera identidad del Dealy Lama; Jim “el Sonriente” Treponema
se encuentra con el último ejemplar de águila calva norteamericana; y... ¡Llegamos
al final de la novela!
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ADVERTENCIA,
repito la nota de la entrada de la semana 49: si aún no han leído Illuminatus o todavía no han llegado a
esta parte del libro, no sigan leyendo ya que hay muchos spoilers...
Como
decíamos en la entrada anterior, Leviatán se apodera de George y lo utiliza
como médium para comunicarse con Hagbard y su tripulación. Joe, luego de la
revelación de que están dentro de una
novela, sigue sintiéndose escéptico con respecto a lo que presencia:
“Leviatán
solamente es una alegoría del Estado. Tomada directamente de Hobbes”
Aquí
Joe hace referencia a Thomas Hobbes y a su imagen del monstruo marino Leviatán
como metáfora del Estado intervencionista y casi omnipotente, como decíamos en
la entrada de la semana 29. El monstruo (el Estado) rodea con sus tentáculos al
submarino de los anarquistas y no les deja salida, es algo contra lo que
aparentemente no pueden luchar.
“Yo
pude matarlos” dijo Leviatán. “Pude haber hecho desaparecer a las criaturas
pequeñas y rápidas mucho antes. He matado a muchas de ellas. He enviado partes
de mí afuera del océano y he destruido criaturas pequeñas y rápidas por pedido
de otras criaturas pequeñas y rápidas que me veneraban (los Illuminati)”.
“Así
que eso es lo que le pasó a Robert Putney Drake y a Nariz de Banana Maldonado”
dijo Stella.
Finalmente
sabemos qué le pasó a RPD y Maldonado: primero habíamos dicho que el Devorador
de Almas los había matado, aunque ahora nos enteramos que mueren a manos (o
tentáculos, mejor dicho) de Leviatán, pero su alma es devorada por Yog Sothoth
(ver entrada de semana 25). Esto tiene su explicación: caímos en una de las
‘mentiras’ de Gruad, como explica Hagbard en la página 534:
“Eso
es porque viste el film de adoctrinamiento del Frente de Liberación Erisiano
sobre Atlántida y Gruad Cara Gris, ¿No?” dijo Hagbard. “Pero la película es
imprecisa en varios aspectos. Por ejemplo, retrata a Yog Sothoth matando a
miles de personas. En realidad, la mayor parte de las veces, excepto bajo
condiciones muy limitadas, necesita que
alguien realice las matanzas por él. (534)
Hagbard
está decidido a combatir con la mega bestia hasta el final, pero Leviatán – por
intermedio de George – le dice: “no hay necesidad de luchar, simplemente deseo
comunicarme con aquel entre ustedes que es mi igual”.
“Yo
te escucho”. Esa fue mi primera frase plenamente consciente; notarán que
comienza con “Yo”. Al principio fue la
palabra, y la palabra fue la primera
persona del singular.
El/la
que responde es FUCKUP, la supercomputadora que ha adquirido consciencia, el
Narrador Incorpóreo.
“Una
computadora como FUCKUP puede ser su igual a nivel intelectual, ciertamente”
dijo Hagbard. “Ninguno de nosotros es su igual físico. Ninguno de nosotros
puede ser su igual espiritual. Solo FUCKUP puede aproximarse a los contenidos
de una mente de trescientos mil millones de años de antigüedad”.
Interviene
la Diosa también, a través de Stella, y zanja la cuestión:
“Soy
tu madre, Leviatán. Yo soy la primera. Me dividí, y una mitad se convirtió en
ti, y la otra mitad en tu hermana. Tu hermana creció dividiéndose, y tú
creciste pero continuaste siendo uno. Todos los seres vivientes, excepto tú,
descienden de tu hermana, y todos, incluyéndote, descienden de mí. Soy la
consciencia original, y toda consciencia está unida a mí. Soy el primer ser
trascendentalmente iluminado, la madre venerada en la religión matriarcal que
profesaban los antiguos enemigos de los Illuminati. Leviatán, hijo mío, te pido
que retornes a tu hogar en el fondo del mar y nos dejes en paz. Cuando estemos
en tierra firme pondremos manos a la obra para instalar un cable submarino que
pueda hacer posible la comunicación entre tú y FUCKUP”.
Pero
Joe sigue siendo escéptico con lo que pasa a su alrededor:
“¡Más
mitología!” dijo Joe. “La madre de todas las cosas. Mitos babilónicos de la
creación”.
Continuamos
con la idea de volver al comienzo del libro, y – justamente – en la página 36,
Rebecca Goodman lee un libro sobre mitología babilónica: “Antes de todos los
dioses estaba Mummu, el Espíritu del Caos Puro…”
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Hagbard
explica por qué fracasó su Demostración (sobre la cual hablamos en la entrada
de la semana 34):
“Estaba
tratando de demostrarles (a sus cófrades de la A:.A:.) que es posible
estar involucrado con el mundo sin contaminarse por sus crímenes. Y fallé. Uno
a uno, recurrí a todos los vicios de los gobernantes: engaños, magia de
carnaval para impresionar a los crédulos, y, finalmente, al asesinato mismo.
Una vez más, los cínicos demostraron tener razón. En el intento de salvar al
mundo, terminé con mi mente y mi karma desviados por las cosas zumbantes,
aullantes y silbantes de este Valle de Lágrimas”.
“Entonces,
después de todo, esta historia es una tragedia, ¿No?” preguntó Joe.
“Lo
es, si” asintió Hagbard. “La vida en la Tierra seguirá siendo una tragedia
mientras siga existiendo el Límite de Vida (la muerte). Mis próximos proyectos
son una nave espacial para salir a buscar algunas mentes cuerdas en esta
galaxia, y la píldora de la inmortalidad, para terminar con el Límite de Vida.
Hasta que alguien no haya logrado esos objetivos, puede decirse que la vida en
este planeta ha fracasado”.
Sobre
los planes de Hagbard con respecto a la inmortalidad y la migración espacial ya
hablamos en la entrada de la semana 48. Casualmente encontré una imagen que me
resultó muy sugerente: u modelo para armar de una nave espacial llamada Leif Ericson, con cierta similitud al
diseño de un submarino (fíjense en el
puente de mandos), y – a pesar de ser de color blanco – en la foto de la caja ¡se
ve dorada!
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Seguidamente
el Dealy Lama y Miss Portinari debaten sobre el libre albedrío, el
‘intervencionismo’ de Hagbard y el wu-wei
o la no intervención del anciano erisiano:
“¿Por
qué engañaste a Hagbard todos estos años?”.
“Él
se engañó solo (...) Hija, mi camino es el único camino. Cada discurso ayuda a
mantener la Rueda girando. Creo que todos los luchadores libertarios como
Espartaco, Jefferson, Joe Hill y Hagbard solamente fortalecen a la oposición
brindándoles un enemigo al que temer - pero puedo estar equivocado. Algún día
uno de esos activistas, como Hagbard, tal vez pueda demostrarme el error de mis
procedimientos. Tal vez los Saures realmente hubieran inclinado demasiado el eje
en la dirección opuesta si él no los hubiera detenido. Tal vez la autorregulación
del universo, en la cual pongo mi fe, incluye la creación de hombres como
Hagbard, que hacen las cosas estúpidas y de bajo nivel que yo nunca haría”
(...)
“Así que tus manos están limpias, y Hagbard y
yo acarrearemos todo el mal karma por lo de esta última semana”.
“Ustedes
lo eligieron, ¿No es así?”.
La
Srta. Portinari sonrió. “Si. Lo elegimos. Y él soportará su parte de la carga
como un hombre. Y yo soportaré mi parte - como una mujer”.
Entonces, los
autores nos hacen conocer la verdadera identidad del Dealy Lama; si hacemos
memoria, recordaremos que en la página 524, en un diálogo con Mama Sutra, el
anciano afirmaba tener treinta mil años de edad; pues, bien: ahora nos
enteramos que aquello era cierto, y el Dealy Lama no es otro que el mismísimo
fundador de los Illuminati en la Atlántida:
“¿Qué
sucedió realmente en la Atlántida?” preguntó la Srta. Portinari.
“Un
acto de la Diosa (...) Una catástrofe natural”.
“¿Y
cuál fue tu rol?”.
“Yo
les advertí. En ese momento nadie comprendió la ciencia que estaba usando; me llamaron
brujo. Gané unos pocos conversos, y nos instalamos en los Himalayas antes del terremoto.
Los sobrevivientes, que habían subestimado mi ciencia, la sobrestimaron luego de
la tragedia. Querían que yo y mi grupo, el Círculo Intacto, nos convirtiéramos
en sus dioses y rigiéramos sobre ellos. Reyes, nos llamaron. Pero ese no era
nuestro juego, así que divulgamos varias historias falsas y nos recluimos. Mi
discípulo más capacitado, un hombre del te han hablado en la escuela del
convento, hizo lo mismo cuando intentaron proclamarlo rey. Huyó al desierto”.
“Hagbard
siempre pensó que tu negativa total a actuar era por tu sentimiento de culpa
por la Atlántida. Una terrible ironía - aunque tú lo planeaste de esa manera”.
Gruad, el Dealy Lama, transmitió una
imagen extravagante de sí mismo con cuernos y no agregó nada más.
“En
el convento nunca me enseñaron que Satán - o Prometeo - tuviera sentido del
humor”.
“Allí
piensan que el universo es tan carente de sentido del humor como ellos mismos”
dijo Gruad, soltando una risita.
Resulta
que el gran trickster oculto de todo
este embrollo no era Hagbard Celine – como parecía en un principio – sino el
‘verdadero’ fundador de los Illuminati (según los Mitos de Illuminatus) Gruad el Caragrís, el Dealy Lama...
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En
este último tramo de la novela hay muchísimas referencias cabalísticas y
simbólicas en general. Primero vemos que los autores vuelven sobre la idea del
giro de la rueda (ver entradas anteriores) hacia un nuevo comienzo; lo de
arriba baja y lo de abajo sube, como en el giro de una rueda, la Rueda del
Dharma, la del Tarot, el símbolo del yin-yang, el Hodge-Podge discordiano,
todos se ven reflejados en varias imágenes del fragmento que nos ocupa: FUCKUP,
el Relator Incorpóreo, ‘desciende’ (toma consciencia) como el rayo de la
creación que baja desde Kether hasta Malkuth “Al principio fue la palabra, y la palabra fue la primera persona del singular”, y lo que está abajo, Leviatán,
asciende desde el abismo para reunirse con él/ella en una especie de yin-yang
electrónico-orgánico; Lucifer-Prometeo-Gruad y su caída, para luego volver a
ascender; lo más alto (el águila) cae y lo más bajo (el asesino, Jim Treponema)
se eleva moralmente.
La
primera vez que leí Illuminatus, la
última frase de la novela me dejó un poco desconcertado:
La tierra debajo de sus pies se rajó.
Con
esta nueva relectura online que estamos haciendo, creo haberle encontrado un
significado; el propio Bob Wilson lo explica en un artículo que hemos publicado
en este blog, llamado Soñar con Volar:
Para
entender lo profundo a menudo parece útil comenzar con pistas que parecen
triviales. Sugiero que contemplemos lo que ven nuestros hijos cada sábado a la
mañana en la televisión. Uno de los chistes más populares de los dibujos
animados muestra al protagonista caminando más allá de un precipicio sin darse
cuenta de lo que ha hecho. Sublimemente ignorante, sigue caminando en el aire
hasta que se da cuenta de que ha estado haciendo algo “imposible”, y entonces
cae. Dudo mucho que haya algún lector que no haya visto esa rutina al menos una
vez; la mayoría de nosotros la hemos visto cientos de veces (...)
El
Tarot, esa enciclopedia condensada del inconsciente colectivo, comienza con la
carta llamada El Loco, y el Loco es representado caminando por un precipicio,
igual que el Pato Donald o Wily Coyote en los dibujos animados. Divertida
coincidencia, ¿no?
Treponema,
enceguecido por la gloria (el Sol, lo más alto, Kether), se olvida de lo
mundano (‘lo más bajo’, la tierra debajo de sus pies, Malkuth) y desprevenido –
como Ícaro –, cae al abismo provocado por el terremoto. Podría decirse que Illuminatus culmina con la imagen del
Loco del Tarot caminando hacia el abismo.
En
el Tarot – como bien explica la Srta. Portinari – el arcano Mayor sin número,
el Loco, puede ser visto como la primera carta del mazo o como la última. En el
sentido iniciático, al comienzo del mazo, significa ‘el tonto’ le Mat, the Fool, el ingenuo, el neófito o incluso el profano, la persona
que no sabe, la hoja en blanco. Al final del mazo representa al iniciado que ha
recorrido todo el camino de la iniciación, al iluminado que – a pesar de haber
atravesado toda la ordalía – reconoce que no sabe nada (como dijo Sócrates,
según Platón); como dice el koan zen
que cita la Srta. Portinari en su lectura del Tarot en la página 549, “al principio
las montañas son montañas. Luego, las montañas ya no son montañas. Finalmente las
montañas son montañas nuevamente”.
El
Loco profano quiere que lo alto baje a su mundo; el Loco iluminado intuye que lo
más alto ya está presente en lo más bajo, ya que “como es arriba es abajo”.
Treponema, como el Loco profano, quiere que ‘lo más alto’, Kether, baje a su
altura; asesina el águila para que esta caiga a su nivel.
En
la pág. 482 Simon Moon tenía una visión lisérgica donde aparecía su padre, y
él, en un remedo del ritual masónico de los juwes (ver entrada de la semana 14)
le preguntaba por “la palabra”:
“¡Papá!”
gimió Simon, sollozando de alegría. “Dime la Palabra. Debes saberla ¿Cuál es la
Palabra?”.
“Kether”
dijo Tim Moon beatíficamente.
“¿Kether?
¿Eso es todo? ¿Simple Cábala?”. Simon sacudió la cabeza. “No puede ser tan sencillo”.
“Kether” repitió firmemente Tim Moon. “Justo aquí, en
medio de Malkuth. Como es arriba, es abajo”.
Como
habíamos dicho en una entrada anterior, se asocia a Malkuth con la esfinge, “símbolo de la unidad del cielo y la tierra”,
por lo tanto, es el complemento de Kether, la séfira superior, y el lugar donde
se enraíza el Relámpago Divino. Esta séfira también es conocida como Shekinah, la consorte de Dios: “así la
Cábala se propone reunir al Ser Supremo con su esposa perdida, Shekinah o la
décima emanación; en otras palabras, remontarse
desde la décima séfira hasta la primera”, Kether en Malkuth, como decía Tim
Moon; y aquí tenemos al Relámpago representado en FUCKUP reuniéndose con
Leviatán, lo orgánico, salido del limo primordial. Esta sería la “unión alta”
(utilizando el lenguaje del Kamasutra),
mientras que el asesinato del águila por parte de Jim Treponema, sería la
“unión baja”.
También
podemos ver esta unión con el género invertido, por supuesto, no exclusivamente
como la divinidad masculina activa que desciende al mundo material femenino y
pasivo de Malkuth de la tradición hebrea; de hecho, creo que aquí el caso es el
contrario, con la Diosa como elemento activo que desciende (al cuerpo de ‘la
Actriz’) a encontrarse con su consorte, Hagbard, el elemento pasivo, como
Ishtar bajando al inframundo para encontrarse con Tammuz, como Kali montando a
Shiva muerto, o Isis y Osiris. El casamiento de la diosa y su consorte es otra
de las imágenes que nos remontan a la unión del Relámpago y la Serpiente, Cielo
y Tierra, Macrocosmos y Microcosmos.
Sincronísticamente,
mientras finalizaba esta relectura de Illuminatus,
comencé también a releer el clásico de Joseph Campbell El Héroe de las Mil Caras, y en el prólogo me encontré con esta
frase que parece ilustrar a la perfección este tramo de la novela de Shea y Wilson:
La
tragedia es el rompimiento de las formas y de nuestra unión con ellas; la
comedia es el júbilo bárbaro, descuidado e inagotable de la vida invencible.
Así las dos son términos de un solo tema mitológico y de la experiencia que las
incluye y en la cual se unen: el camino hacia abajo y el camino hacia arriba (káthodos y ánodos) que juntos constituyen la totalidad de la revelación que es
la vida
También,
por medio de la ruptura de la cuarta pared (como decíamos en la entrada
anterior) se produce otra unión: la del mundo de los personajes de Illuminatus (Microcosmos) y la de los
autores y lectores (Macrocosmos). Volvemos aquí a la ley hermética de la
correspondencia: “como es arriba, es abajo”
En
todos los casos vemos la unión de los opuestos, o, mejor dicho, no: lo que
vemos, tal vez, es la destrucción de la ilusión de oposición y separación, la
cuarta y última etapa de los cuatro niveles del Dharma según el budismo Mahayana
(ver la entrada de la semana 47), ji ji
muge, la desaparición de la separación y de los opuestos aparentes: “un
mundo sin obstáculos entre una particularidad y otra. No existe oposición, nada
que deba ser unido: es la idea de la interdependencia mutua simbolizada por la
Red de Indra”.
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This is the End... Beautiful friend... ♪ ♫ ♩ ♬
Llegamos
al final de Illuminatus, de Robert
Shea y Robert Anton Wilson ¡Comenzamos esta lectura hace un año y dos meses!
Realmente fue todo un viaje para mí, como espero que haya sido para todos/as
quienes leen el blog. Esta fue, por supuesto, una lectura seguramente
incompleta... RAW decía en la entrevista que incluí a manera de prólogo (pág.
8): “un libro debe durar, no debe gastarse. Hace 27 años que vengo leyendo Finnegans Wake y todavía sigo
descubriendo bromas y sutilezas nuevas cada vez que lo releo. Espero que Illuminatus pueda durar todo ese tiempo
para sus verdaderos admiradores” ¡Y, vaya que cumple! Desde que lo traduje lo
he leído varias veces, y cada vez descubro cosas nuevas y diferentes, sobre
todo en ésta última lectura para el blog.
Se
darán cuenta que no incluí a los Apéndices
como parte de la lectura final; esto se debe a dos cosas: por una parte creo
que los Apéndices son bastante
autoexplicativos y no necesitan muchos comentarios; por otra parte, ando con
poco tiempo... pero les propongo que los lean y que si tienen algún comentario,
referencia, o duda que deseen compartir con otros lectores, me las envíen para
que yo las publique aquí en el blog. Para quienes se hayan quedado manija con
la novela y quieran seguir leyendo algo relacionado, hay varias obras de Robert
Anton Wilson vinculadas a Illuminatus;
en español hay dos: la Trilogía del Gato
de Schrödinger (que también tuve el gusto de traducir) involucra a casi
todos los personajes principales de Illuminatus
y transcurre en un universo paralelo (o varios universos paralelos) y también Las Máscaras de los Illuminati; en
inglés también hay un par: The Illuminati
Papers puede leerse como una continuación de los Apéndices (lamentablemente no está en español, pero he traducido
algunos fragmentos para el blog, como este y este); además – por supuesto – la
trilogía The Historical Illuminatus
Chronicles, protagonizada por Sigismundo Celine, un ancestro de Hagbard;
también existe un fragmento de la inconclusa continuación de Illuminatus, Bride of Illuminatus, que Bob Wilson comenzó a escribir a
principios de los 90s. En 1995 publicó un avance en el nº 14 de Trajectories, un boletín informativo que
enviaba por pedido y suscripción. Pueden leerlo aquí.
La
Trilogía en español impresa gracias a la generosidad de Martín Agharta Díaz
Quiero
agradecerles sinceramente a todos y todas por seguirme en esta loca aventura de
hacer una lectura online en ‘tiempo real’ de un libraco como Illuminatus; a quienes colaboraron con
comentarios (como Martín Agharta Díaz, Camilo Ríos, Rodrigo Castañeda, Kokote
Multiversal, Sergio Rondán, y Mad Crampi – disculpen si omito a alguno/a sin
querer), a quienes desde el blog me comentaban que estaban siguiendo la lectura
y me alentaban a continuar, y a todos los lectores/as del blog en general...
¡Gracias... TOTALES!
¡SALVE
ERIS!
Mazzu